
Contexto
Hoy el “compromiso del empleado” sigue siendo uno de los valores más deseados por las organizaciones y uno de los más difíciles de conseguir y mantener en el tiempo, porque no nos engañemos, si no estamos comprometidos con algo, no damos el 100%. Más allá de un trabajo, las personas buscamos lugares donde encontrar propósitos que nos muevan, nos motiven y den mayor sentido a nuestro “oficio”. Los empleados que se comprometen de verdad son exigentes con ellos mismos y exigen mayor altura de miras a la organización y mayor madurez a sus líderes. Hay que seguir trabajando para superar expectativas.
El relato
Cuando llegó al puesto, hacía ya tres años, Julio se dejó la piel y algo de su matrimonio. Hubo muchos días de trabajo sin horario y muchos buenos momentos. ¡Ahora se desperdiciaba tanta energía!…
Las cosas no le iban mal, pero sentía que no encajaba. En la última reunión de managers, no lo pudo evitar, protagonizó otro de sus momentos incómodos… ¡volvió a decir lo que pensaba!
Tras la reunión, su jefa le trasladó su malestar:
– Julio, cada vez es más difícil defenderte, hace tiempo que estás muy crítico y no tienes el compromiso de antes ¿Qué ha pasado?
Julio pensativo le respondió – Tienes razón, será que he perdido el propósito con el que comprometerme. ¿Tienes alguno que ofrecerme?
Esa misma tarde firmó su renuncia. Al salir de la oficia sintió como una bocanada de aire fresco le despejaba la mente. De nuevo estaba comprometido, al menos consigo mismo.
59’’ para la reflexión
– ¿Cuál es el propósito que ofrece tu organización?
– ¿Con qué estás tú comprometido en tu organización?