Por Jorge Lukowski, director global de Marketing y Comunicaciones de NEORIS.- El mundo está en constante cambio. La crisis climática, las transformaciones tecnológicas, la necesidad de respetar nuestro entorno y la naturaleza, la reconciliación social… Son muchos los frentes que tenemos abiertos como seres humanos y como sociedad y la diversidad puede ser la clave para conseguir una mejor comprensión del mundo, de sus problemas, retos y soluciones. Diversidad entendida como diversidad de género, pero también de saberes y de perspectivas para comprender estos cambios y abordarlos de manera inclusiva.
En este contexto, las empresas que tienen integrada la diversidad en su ADN tienen una mejor comprensión del mundo y son capaces de responder de manera más efectiva a los desafíos empresariales a los que nos enfrentamos. El hecho de que las compañías comprendan y respondan a la diversidad es un aspecto esencial que les ayudará a generar un mayor valor añadido y a progresar en esta sociedad líquida. Por tanto, para avanzar social y empresarialmente es necesario ser empresas con ADN diverso en el sentido más amplio.
Integrar políticas de inclusión y de no discriminación en el entorno laboral, promover programas de sensibilización y capacitación para las personas, optar por espacios inclusivos, establecer métricas y KPIs de atracción de talento para que sea lo más diverso posible y definir objetivos que permitan aumentar la representación de determinados colectivos menos favorecidos son algunas de las medidas que los líderes empresariales tenemos a nuestro alcance para ir integrando el ADN inclusivo y aumentar nuestro valor.
El talento diverso es la clave
Reflejar la multiculturalidad en el seno de la empresa se ha convertido en un must, y para conseguirlo es obligatorio promover la diversidad, la igualdad, el respeto, la tolerancia y la inclusión; así como animarse a activar políticas de selección, contratación, desarrollo, promociones, sueldos y salarios que estén basadas en criterios de méritos, capacidades, habilidades y competencias.
A pesar de que España es considerado como uno de los países con una mayor población LGBTQIA+, la realidad laboral es que la visibilidad y representación de estas personas en los puestos de dirección es limitada. Por tanto, es necesaria una reflexión sobre su inclusión en los comités de las empresas del IBEX, así como su participación, que debe ser cada vez mayor, en roles de liderazgo.
El único camino para conseguir equipos profesionales diversos es continuar trabajando en favor de la equidad e inclusión, más aún en el sector tecnológico, al que pertenecemos como compañía, al que se le suma la demanda de un perfil de talento particular.
La única manera es entender que tenemos la responsabilidad como compañías de visibilizar los temas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) y de promover iniciativas que tengan como ejes centrales tres elementos clave:
- abrazar la diversidad y aceptar nuestras diferencias,
- impulsar el desarrollo y crecimiento equitativo de los talentos y concientizar para expandir conocimiento
- y accionar ante la desigualdad.
Diversidad en el sentido más amplio
Si recurrimos a la iniciativa Pacto Mundial de la ONU España, vemos que la diversidad no está limita únicamente a las identidades de género y orientaciones sexuales, sino que también abarca la diversidad cognitiva. En este sentido, si una compañía cuenta con diferentes formas de pensar, edades, perspectivas, orígenes culturales y habilidades en los equipos de trabajo, puede enriquecer de forma considerable la toma de decisiones y se fomenta la innovación y la creatividad.
Según un estudio de la Universidad de Alicante, está demostrado que las empresas que llevan la diversidad en su ADN mejoran en numerosos aspectos como son el aumento de la flexibilidad y del respeto, la diferenciación y singularidad, el valor en la experiencia y el liderazgo, la fidelización de los clientes, la imagen de marca y reputación corporativa y la atracción del talento, al conseguir que en nuestra empresa trabajen los mejores, independientemente de su origen, género, nacionalidad, edad… Además, el buen clima laboral consigue que las personas trabajen más felices y esto tiene una clara repercusión en la productividad y los resultados de las organizaciones.
El concepto de “poder ser auténtico” en un ambiente laboral cobra cada vez más relevancia y es posible alcanzarlo si construimos un clima laboral saludable con foco en la diversidad. A pesar de que permitir a los empleados ser ellos mismos contribuye a mejorar su satisfacción y productividad, solo el 41% de las empresas asegura ofrecer libertad para expresar la identidad en el ámbito laboral, por tanto, el 60% todavía tiene trabajo por delante en este aspecto.
Aprender para respetar y empatizar se vuelve esencial. La diversidad en todas sus formas es un motor de cambio y una clave para enfrentar los desafíos actuales. Las empresas que abrazan la diversidad y la inclusión están mejor preparadas para responder a los cambios y generar un mayor valor.
Si bien los temas de DEI han cobrado una importante relevancia para las empresas, todavía tenemos un importante camino por recorrer. Por ello, animamos a impulsar el desarrollo y crecimiento equitativo de los talentos, promoviendo iniciativas de igualdad e inclusión y utilizando la Inteligencia Artificial para la atracción de talento. Nuestro compromiso como empresas es establecer un ambiente de trabajo seguro y dinámico, donde todos puedan dar lo mejor de sí. Hagámoslo posible.