Por Aitor Larrauri, director de BI & Innovation de Hays para el Sur de Europa.- Pese a que es una recién llegada, nadie duda de que la IA generativa ha venido al mundo laboral para quedarse, gracias a su enorme capacidad para transformar la dinámica de trabajo y potenciar la creatividad en diversos contextos profesionales. Se trata de un catalizador para la innovación y el rendimiento laboral de grandísimo valor. Una auténtica revolución. Y, como todas las revoluciones, genera dudas, preguntas y reticencias razonables, pero que hay que ir resolviendo para sacar el mejor provecho de todas las posibilidades que brinda este nuevo paradigma para nuestras profesiones.
En España, el recorrido de la IA antes de asentarse en la mayoría de las empresas es todavía largo. Pese a que ahora mismo ya son un 53% de los profesionales y un 57% de las empresas que opinan que la productividad y la eficacia se encuentran entre las principales ventajas de utilizarla.
Aun así, según hemos averiguado confeccionando la última edición de nuestra Guía del Mercado Laboral 2024, el 61% de las compañías de nuestro país todavía no fomenta ni ha incorporado herramientas de IA. Más todavía son las que ni siquiera han implementado protocolos, a pesar de que sus trabajadores hagan uso de estas tecnologías. Y es que el 34% de los profesionales de nuestro país ya las hace servir en su labor diaria, una cifra que continuará creciendo exponencialmente. Ante esta situación, cabe preguntarse desde ya cómo abordar de manera efectiva los retos y aprovechar los beneficios que la IA puede aportar al desarrollo de las empresas y del talento, eludiendo sus peligros y sorteando sus obstáculos.
Un traje a medida
La clave está en plantearlo como un traje a medida, porque cada compañía, cada sector, cada departamento, es distinto: con sus necesidades, retos, dinámicas, fortalezas y debilidades singulares. En ese contexto, es recomendable realizar un primer ejercicio de conocimiento de la empresa entendiendo todos sus procesos en profundidad.
Ese análisis nos servirá para determinar en cuáles de estos procesos se puede emplear la IA de una forma estratégica y eficiente, aplicando la herramienta idónea a cada tarea. Un ejemplo es el asistente virtual Copilot de Microsoft, que permite agilizar tareas repetitivas y mecánicas para concentrarnos en otras más estratégicas. En cualquier caso, la idea aquí es que cada empresa necesita sus herramientas a la medida de sus necesidades.
De la misma manera, es de vital importancia definir unos claros marcos de políticas y protocolos que contribuyan a su implementación y a la protección de datos. La reputación, la estabilidad o la competitividad de la compañía depende en buena medida de que no haya agujeros de seguridad a través de los cuales se pierda o escape la información.
El desafío formativo
La integración de la IA en el ámbito de la empresa incide en que, en muchos casos, ésta deberá replantear su formación interna. Es tan importante capacitar a los empleados para una óptima integración de los cambios, como mantener el nivel de conocimiento a través de programas formativos continuados que, en la mayoría de los casos, conllevan reciclajes.
Según datos de nuestra Guía del Mercado Laboral 2024, la IA es percibida como una amenaza por el 37% de los profesionales, que consideran que podría eliminar más oportunidades laborales de las que crearía. En este sentido, el 20% asevera que estaría dispuesto a cambiar de campo laboral debido a los avances de esta tecnología generativa.
En algunos casos, ese miedo y esa incertidumbre sobre la evolución de algunos cargos y puestos tienen razón de ser. Ahí es donde el apoyo y acompañamiento de la empresa serán fundamentales a la hora de poner al alcance de estos trabajadores los recursos y herramientas necesarias para que se formen y puedan desempeñar nuevas funciones. El objetivo: mantener su relevancia en la organización –y, por extensión, en su ámbito profesional– con un nivel de conocimiento que les permita desenvolver su talento en un contexto tecnológico distinto y siempre cambiante.
El camino de la IA es de largo recorrido, y aunque esté aún dando los primeros pasos, avanza con una rapidez que nos impone buenos reflejos, voluntad de aprender y espíritu de adaptación para integrarla en nuestro día a día.
