por Marta de Llauder, directora general de Talent Point HRConsulting y de JOBinplanet.
Es innegable que la Covid ha sido un catalizador en lo que respecta a los procesos de transformación tecnológica de las empresas y organizaciones, derivados de nuestro imparable avance hacia un mundo cada vez más digitalizado. Ejemplo paradigmático de ello es el crecimiento exponencial experimentado por el sector del comercio electrónico, que –según datos de la CNMC– creció en un 13,7% en nuestro país, hasta alcanzar los 13.661 millones de euros entre enero y junio del año pasado. Y lo que queda, según vaticinan los expertos.
El influjo de la pandemia se notó, asimismo, en un 2021 cargado de ayudas gubernamentales a la digitalización industrial, con el objetivo de que el tejido empresarial español, desde la gran empresa hasta la pyme recóndita, pudieran hacer frente a las repercusiones del contexto pandémico a través de la conocida como “digitivación”, es decir la digitalización y optimización de sus productos y procesos con el doble propósito de sobrevivir, sí, pero también de desarrollarse y fortalecerse ante la incipiente panorámica de una industria 4.0 global y altamente tecnológica. Y es que todos los sectores, sin prácticamente ninguna excepción, se han visto con la necesidad de adaptarse al estatus tecnológico.
Nuevos trabajos, nuevas culturas empresariales
Conviene insistir, para entender a fondo lo que les ocurre –u ocurrirá en un plazo muy breve– a los diversos motores que rigen nuestra actividad económica, en la estimación según la cual el 85% de las profesiones que existirán en 2030 todavía no existen, según un informe de Dell. Por su parte, el Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional (CEDEFOP), una agencia de la Unión Europea, afirmaba recientemente que, en un futuro cercano, el 90% de las vacantes de empleo en Europa requerirá de algún tipo de conocimiento digital. Competencias y conocimientos que ayuden a las organizaciones a sobrevivir a la enmarañada complejidad de un mercado laboral marcado por la confluencia de la automatización, la robotización, la virtualización y la conectividad.
Está claro que la aceleración en la transformación, profunda y sin vuelta atrás, hacia un mundo, una economía y –por ende—un ámbito laboral digitalizado requiere talento muy especializado que plantea un gran reto y un gran gap a nivel internacional: falta talento para tanta demanda. Y también sobra talento para entornos laborales cuya extinción trasciende ya la condición de premonición.
Es importante entender que, ahora mismo, las organizaciones que busquen sobrevivir deberán integrar a talentos familiarizados con conceptos como inteligencia artificial, Internet de las Cosas (IoT), big data, machine learning, blockchain o 5G. Y para ello deberán adaptar e incluso reescribir de cero su cultura empresarial, dejando de lado aquellos aspectos que hayan sucumbido a la veloz obsolescencia tan propia del actual paradigma.
¿Qué posiciones son las más demandadas?
Tomen nota: un ranking publicado por la referencial revista tecnológica estadounidense CIO revela que los cinco empleos más buscados en la actualidad son las de arquitecto de inteligencia artificial, analista de Business Intelligence, arquitecto cloud, especialista en data y desarrollador web. Por su parte, la red social LinkedIn señala las siguientes como principales profesiones de futuro –en el corto plazo, se entiende–: chief digital officer, especialista SEO/SEM, traffic manager, copywriter, digital account manager, diseñador web, CRM manager, diseñador UX/UI, social media manager, growth hacker y bioinformático.
A estos cabe sumar los que, según nuestros datos, son empleos tecnológicos de altísima demanda: fullstack developers en ámbitos de ciberseguridad, data science, cloud y desarrolladores web. Y posiciones derivadas como analistas de datos, expertos en diseño, en comercio electrónico, en marketing digital y community managers.
Y añado un dato más: según una reciente encuesta de PwC entre directivos estadounidenses, el 63% de los CEO de compañías están cada vez más preocupados por encontrar talento con las habilidades adecuadas, porque entienden que, sin éste, sus organizaciones perderían conocimiento y competitividad. Y, con ello, posibilidades de mantenerse en sus mercados.
Con estos mimbres supongo que no hace falta explicar por qué es vital poder comunicar a las jóvenes generaciones –aquellas que están en pleno proceso de formación, desde la escuela hasta las puertas de su entrada al mundo laboral– la necesidad de formarse en estos ámbitos. De que sepan entender los conocimientos y sus aplicaciones, en clave de posibles futuros profesionales.
Los hackatons como medidores y captadores del talento
Una manera perfecta de medir y compartir talento y conocimiento lo hallamos en los hackathons: concursos o desafíos relacionados con los datos cuyo principal objetivo es buscar soluciones a problemas reales, que galvanizan la captación de talento dentro del ámbito tecnológico. En este sentido, los IT hackathons que impulsamos desde Talent Point HRConsuting funcionan de maravilla para atraer talento y ponerlo a prueba.
Gracias a estos, las empresas tienen la oportunidad de ver cómo se desenvuelven los candidatos, tanto en equipo como a nivel individual, qué conocimientos reales tienen y pueden evaluar in situ sus soft y hard skills.
En esta línea, durante la próxima edición de JOBarcelona, el 31 de mayo, uno de los eventos clave será precisamente la celebración de la final de un IT hackathon donde participarán software engineers, data science y business analytics pre-seleccionados. En este caso, los candidatos deberán resolver, en el tiempo récord de 10 horas y por equipos, un caso práctico real.
¿Quién se anima a participar?