Es un hecho innegable que las celebraciones de Navidad en las empresas están al alza. Tras superar los años de crisis, en los que muchas compañías decidieron suprimir este evento, las comidas y cenas de empresa han vuelto con más fuerza que nunca. Y es que la fiesta de Navidad es probablemente el evento más importante que se organiza en el empresa.
Las cenas de Navidad son una forma de fortalecer los vínculos con los demás compañeros de trabajo, es decir, es una forma de conocer mejor a aquellos con los que compartimos el tiempo de la jornada laboral, pero eso sí, lo interesante es que podemos relacionarnos en un contexto diferente más relajado y distendido. Por este motivo es indispensable crear un espacio espacio donde los empleados se sienten cómodos y se promueva la integración y el esparcimiento. Es a partir de ese momento donde se fomentará el sentimiento de equipo y familia.
Además, la fiesta de navidad es un momento muy especial, ya que es el momento donde todos los miembros de la empresa son iguales y no existe un nivel jerárquico que determine la participación dentro de la celebración, esto genera aún más el sentimiento de confianza y pertenencia. «Las celebraciones son una buena oportunidad para crear memorias comunes, las cuales, pueden convertirse en contenido de valor para reforzar la pertenencia al colectivo y alinear esfuerzos», afirma Lidia Nicolau, directora del departamento de Personas, Felicidad y Cultura de habitissimo.
Realizar estas actividades y que los empleados asistan puede mejorar la productividad, ya que sirven como un respiro al estrés del año y recargar la energía y motivación para afrontar un nuevo año. «Además las fiestas pueden incluso ayudan a disminuir la rotación, debido al sentido de pertenencia que pueden generar «, afirma Lidia Nicolau. Habitissimo, cree firmemente en el valor añadido que aporta las fiestas a sus empleados, por este motivo, la compañía celebra fiestas cada trimestre para poder unir aún más a su equipo.
