El síndrome de ‘burnout’ en profundidad

Redacción4 mayo 202211min

por María Muñoz, business coach y sexóloga clínica.

La calidad de vida debe ser considerada un concepto multidimensional, que comprende variables como el estilo de vida, satisfacción con el entorno laboral, la situación económica y el estado de salud, entre otros. De este planteamiento se desprende la importancia y el número de estudios e investigaciones que en las últimas décadas han aparecido sobre el estrés laboral.

María MuñozEl término burnout es sinónimo de desgaste profesional y su traducción literal al castellano es “estar quemado”. El burnout ha pasado una época de ferviente interés a partir de los trabajos e investigaciones de Cristina Maslach, psicóloga social, que desde 1976 se refirió a una situación cada vez más frecuente entre los trabajadores de servicios humanos, siendo el hecho de que, después de meses o años de dedicación, estos trabajadores terminaban “quemándose”.

El síndrome de burnout es una respuesta inapropiada a un estrés emocional crónico que se caracteriza por cansancio físico y/o psicológico, conocido como agotamiento emocional, despersonalización y sentimiento de inadecuación personal o falta de logros personales en las labores habituales, y que tiene numerosas consecuencias, que se desarrollan más adelante. El burnout, se concibe en la actualidad como una serie de alteraciones físicas, conductuales y emocionales que tienen su origen en factores laborales, pero también en individuales y sociales. El síndrome de burnout debe considerarse uno de los perjuicios laborales más importantes de la sociedad actual.

Desde el año 2000, la Organización Mundial de la Salud calificó el síndrome de burnout como un “riesgo laboral”, y considera que “el desgaste profesional es una enfermedad laboral”. La OMS reconoce que el burnout es un síndrome que se ha transformado en un grave problema enfrentado por los que cuidan la salud de las personas afectadas por enfermedades crónicas, que inciden tanto en el personal como en los miembros de una familia”. Se puede visibilizar la importancia que ha tomado este tema si se reflexiona que en 2016, un seminario especial llevado a cabo para conmemorar el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, organizado por la Organización Panamericana de la Salud y la OMS, la Organización Internacional del Trabajo y la Organización de Estados Americanos, trató el impacto del estrés laboral en la salud y productividad de los trabajadores y las medidas para reducir el problema.

El síndrome

El cansancio emocional constituye el elemento central del síndrome y se caracteriza por una sensación creciente de agotamiento en el trabajo, “de no poder dar más de sí” desde el punto de vista profesional. La despersonalización, se refiere a una serie de actitudes de aislamiento de carácter pesimista y negativo, que va adoptando el sujeto y que surgen para protegerse del agotamiento.

Instrumento para medirlo

El burnout se cuantifica mediante el cuestionario ‘Maslach burnout Inventory’ de Maslach y Jackson.

Factores que influyen en el desgaste profesional

Diferentes estudios han demostrado que una alta personalidad resistente está vinculada a una mejor salud, menos bajas por enfermedad y más resistencia al estrés laboral. Se ha asociado negativamente con la percepción de estrés laboral, cansancio emocional y burnout y positivamente con bienestar físico y psicológico. Según estudios en personal sanitario de unidades de cuidados intensivos, se determinó si la personalidad resistente y el sentido de coherencia modulan la relación entre los antecedentes organizacionales y el síndrome de burnout. La conclusión fue que, la influencia de las variables organizacionales sobre el burnout disminuye cuando los niveles de personalidad resistente y comprensibilidad son altos.

Otros estudios han mostrado que los afectados son personas sobre-adaptadas a los requerimientos del mundo externo, en una actividad donde no hay compensaciones inmediatas y sostenidas a lo largo del tiempo, con poco crecimiento personal, lo que favorece el burnout.

1. Factores sociodemográficos

La presencia de factores individuales y sociodemográficos como edad, género, estado civil, nivel de escolaridad, tener hijos, puesto actual y antigüedad laboral se han visto asociados al desarrollo del síndrome según algunos autores, pero los datos son contradictorios ya que existen estudios que revelan no haber encontrado asociación o diferencias estadísticamente significativas entre las variables mencionadas. En estudios más recientes no se encontraron relaciones entre el estado civil y el síndrome, ni diferencias significativas en las puntuaciones obtenidas en el grupo de casados y en el grupo de solteros en ninguna de las tres dimensiones. En un trabajo, la antigüedad laboral marca diferencias significativas entre las personas que llevan de 1 a 5 años trabajando y las que llevan de 5 a 10 años (y años sucesivos).

La edad incide en la magnitud de la despersonalización. Los profesionales jóvenes y de reciente incorporación a la actividad profesional son los que más frecuentemente experimentan estrés laboral y burnout, ya que no cuentan con capacidades de defensa suficientes ante la sobre-exigencia. Las personas más jóvenes e inexpertas son, en general, más propensas a sufrir síntomas de burnout.

2. Factores ocupacionales o laborales

La mayoría de las investigaciones actuales ponen el énfasis en señalar la importancia de los factores organizacionales. Particularmente las condiciones del desempeño profesional aparecen más relacionadas con la aparición del síndrome que variables sociodemográficas y de personalidad. En relación con la ambigüedad del rol, el grado en que la información no es clara y no se relaciona con la expectativa asociada con el rol, el burnout suele manifestarse en profesionales jóvenes ante la incertidumbre sobre toma de decisiones, pronósticos e impacto de sus acciones. Muchos estudios muestran una relación positiva entre la ambigüedad del rol y el agotamiento y esto se ha relacionado en forma estadísticamente significativa con baja realización personal.

Hay investigaciones que muestran una relación positiva entre el conflicto de roles y el agotamiento, y este es el predictor más significativo. Ambas situaciones vinculadas a los roles laborales se asocian como factores claramente estresantes.

Consecuencias del burnout

Las consecuencias asociadas al burnout han sido analizadas en varias investigaciones y se presentan en una amplia variedad de resultados que demuestran el impacto negativo del burnout en diversos aspectos, con consecuencias para los pacientes (en referencia al sector sanitario y de cuidados hacia otras personas), los profesionales de servicios y atención al cliente y las organizaciones. Los profesionales con burnout tienen diversas consecuencias, entre las que se pueden mencionar las físicas (con compromisos y afecciones de distinta complejidad), las emocionales (con diversos impactos), las interpersonales (con repercusión laboral) y en las redes extralaborales (con implicaciones graves en el nivel familiar), las actitudinales o conductuales y las del comportamiento.

También se ha demostrado en otros trabajos que la función inmune deteriorada en individuos con burnout puede aumentar su susceptibilidad a enfermedades infecciosas como enfermedades similares a la gripe, el resfriado común y la gastroenteritis. Sin embargo, trabajos basados en autoinformes no demostraron asociación entre burnout e insomnio.

Numerosos trabajos en distintos profesionales sanitarios han mostrado que el burnout es un predictor significativo de síntomas depresivos y del uso de psicotrópicos y antidepresivos. Además, el conflicto entre el trabajo y la vida familiar y su resolución a favor del trabajo fueron dos de los tres factores predictivos independientes asociados con burnout, junto con el número de horas trabajadas por semana, tanto en hombres como en mujeres. La falta de energía, el poco interés por los usuarios, la frustración, la desmotivación, la insatisfacción laboral, el incremento en el ausentismo, el aumento en la solicitud de pensión por invalidez, las constantes demandas laborales o pedidos de rotación y de nuevas funciones e incluso la intención de abandono laboral, han sido algunos de los impactos que ocasiona el burnout en las organizaciones, de acuerdo con los resultados de varias investigaciones.

En resumen

Se puede definir al burnout como un estado de desgaste o agotamiento físico y mental generalizado, que se presenta en los trabajadores a causa de condiciones laborales excesivamente demandantes que superan las capacidades de las personas y que, se acompaña además, de despersonalización hacia los clientes o usuarios y un sentimiento de baja realización personal.

El burnout es el resultado de la exposición continua a los estresores existentes en las áreas laborales, de modo que diversas variables extralaborales y laborales, sumadas a una personalidad proclive, edad, género, estado civil, hijos, un mundo laboral deshumanizado y deshumanizante, un tipo de tarea muy demandante, tipo de profesión, puesto laboral, tecnología utilizada, desempeño de roles, clima laboral, y apoyo social, entre otras, se consideran, en mayor o menor grado, como los antecedentes o facilitadores de este síndrome.


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