Desmontando la cuesta de septiembre

Verónica del Río28 septiembre 20228min

por Pepe Maciá de Arana, emprendedor, formador y conferenciante sobre finanzas personales y economía familiar.- Han empezado los coles, las actividades en el gimnasio que anhelabas desde hace tiempo, las extraescolares de los hijos, los uniformes, el material escolar, matrículas universitarias, ha empezado todo de nuevo y volvemos a sufrir la cuesta de septiembre a la que todo el mundo se refiere para decir que este mes los gastos aumentan, lo que se traduce directamente en una mala planificación económico-financiera de la familia. Podemos decidir sufrir también la cuesta de diciembre o empezar a organizar nuestra economía familiar y hacer que las cuestas sean llanos y, además, empezar a pensar en nuestro ahorro y en nuestro futuro. ¿Cómo hacer para no sufrir las cuestas económicas de esos meses en los que afrontamos más pagos?

Como en cualquier cosa, lo primero es determinación y actitud y a partir de ahí la constancia y aplicar técnicas adecuadas con sentido común, con orden y con control.

A continuación, iremos viendo los diferentes pasos que recomiendo para conocer nuestra situación actual y después pasar a una fase sencilla y complicada a la vez: tomar decisiones que nos permitan preparar un presupuesto realista y ajustado a nuestras necesidades.

Hasta aquí lo podemos hacer de una vez: centrándonos en la información que tenemos en el banco, sacamos prácticamente toda la información que necesitamos. 

Una vez realizado el presupuesto del siguiente año, entra en juego la constancia. A partir de este momento deberemos ir comparando el presupuesto con los datos reales, de esta manera veremos en qué nos estamos pasando o en qué nos quedamos cortos para ir tomando pequeñas decisiones que nos ayuden a corregir esas desviaciones.

La cuenta de resultados

Lo primero que debemos hacer es una “cuenta de resultados”  

Para los no puestos en materia financiera, por favor que nadie se agobie todavía que lo explico de forma sencilla.

Hacer una cuenta de resultados consiste en hacer una suma y resta de todos nuestros ingresos menos todos nuestros gastos. La gracia es hacerlo de forma mensualizada, es decir una columna para cada uno de los últimos 12 meses.

Arriba de todo pondremos los ingresos que tenemos, nómina, regalos, si vendemos algo por Wallapop ,etc. Y a partir de ahí, empezaremos a poner todos los gastos. Lo ideal es ordenarlos en bloques en función a su tipología. Por ejemplo, podemos poner juntos los gastos de casa como los suministros, la alimentación etc; por otro lado los gastos de hijos, colegios, universidades, extraescolares; otro bloque con el ocio; otro con gastos fijos que tengamos como cuotas de Netflix, etc. 

Una vez añadidos todos los ingresos y todos los gastos, podremos hacer el cálculo final, que no es otro que la suma de los ingresos menos la suma de los gastos.

Con esto conocemos nuestra realidad: cuánto dinero ganamos, y en qué porcentaje sobre nuestros ahorros, o si por lo contrario, perdemos dinero, lo que significa que estamos gastando más dinero del que estamos ingresando y esto sería una situación de alerta.

Ahora que hemos hecho la cuenta de resultados y ya sabemos dónde estamos, vamos a empezar a tomar medidas, y para ello, la siguiente herramienta que vamos a utilizar es el presupuesto.

Presupuesto mensualizado

Este  paso es, para mí, el de mayor importancia: elaborar un presupuesto mensualizado de los ingresos y gastos que esperamos para los siguientes 12 meses. Al haber hecho la cuenta de resultados anterior, podremos valorar en qué hemos gastado y tratar de pulir todo lo que es excesivo, lo que podemos prescindir, prever modificaciones en algunos gastos o, incluso, incorporar gastos que no teníamos y que este año que viene prevemos tener. 

El presupuesto, al final, no es otra cosa que hacer prácticamente lo mismo que una cuenta de resultados con la diferencia que ahora no tenemos datos porque el presupuesto no lo hacemos sobre lo que ha pasado sino sobre lo que prevemos que va a pasar en los siguientes 12 meses.

Este presupuesto es algo que hacemos al inicio y no debemos tocar hasta realizar el presupuesto del siguiente año. Durante el año en curso, debemos ir haciendo una nueva hoja de Excel donde controlemos todos nuestros ingresos y nuestros gastos de forma mensual. Lo ideal es que esta hoja de control de datos reales la realicemos de forma habitual; si no puede ser cada día, que sea cada dos días, pero debe ser una de nuestras rutinas diarias. En este punto nos demostraremos a nosotros mismos la constancia y la voluntad firme de llevar a cabo nuestro control financiero.

Llevar un control financiero de uno mismo consiste en tener 3 cuentas de resultados diferentes: la primera sobre lo que ha pasado en los últimos 12 meses, la segunda sobre lo que prevemos pase en los siguientes 12 meses y la última es una cuenta de resultados viva que vamos a ir rellenando a medida que van pasando las cosas y vamos moviendo dinero. En este orden: el pasado, lo que preveo a futuro y lo que está pasando.

Como veis no es nada complicado ni que no sepamos hacer, es solo cuestión de ponerse manos a la obra.

Cómo repartir el presupuesto

Mi consejo para repartir el presupuesto de manera sencilla sería algo similar a lo siguiente:

1.- Entre un 10% y un 20% de los ingresos destinados a pagarnos a nosotros mismos, es decir, al ahorro con objetivos concretos. Posteriormente realizaré otro artículo con ideas y objetivos comunes para plantear el ahorro basándome en un  fondo de seguridad  ahorro a medio plazo y ahorro a largo plazo.

2.- Entre un 50% y un 60 % de nuestros ingresos deben ir a los gastos generales, que serían todos los fijos que tenemos cada mes, vivienda, comida, seguros, transportes, colegios, etc.

3.- Entre un 10% y un 15% de nuestros ingresos para gastos relacionados con el ocio, restaurantes etc.

4.- Entre un 10% y un 15% de nuestros ingresos  para gastos relacionados con compras de ropa, de objetos para el hogar etc.

Cada familia y cada persona debe encontrar su equilibrio, pero lo normal es moverse en estos rangos, si ves que tienes algún porcentaje disparado vale la pena revisarlo, seguro que encontrarás mil maneras para mejorarlo.

 

Foto: Pixabay


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