Cómo vencer la fatiga y la desmotivación laboral que trajo la pandemia

Redacción8 junio 202211min

por Aida Vázquez Sosa, psicóloga especializada en nutrición y dietética, trastornos del neurodesarrollo y futura neuropsicóloga; y Beatriz Béjar Fernández, psicóloga sanitaria especializada en infantil, trauma y apego.

La pandemia por el COVID-19 ha producido muchos cambios y consecuencias en nuestra sociedad (tales como tener que modificar nuestros objetivos o proyectos, en la forma de relacionarnos, en los roles laborales o nuestra estabilidad económica, entre otras) produciendo una crisis a nivel global que ha impactado en nuestra salud mental.

Aida Vázquez Sosa
Aida Vázquez

Teniendo en cuenta este hecho, apareció el término de “fatiga pandémica”, según la OMS se trata de “la desmotivación para seguir las conductas de protección recomendadas que aparece de forma gradual en el tiempo y que está afectada por diversas emociones, experiencias y percepciones, así como el contexto social, cultural, estructural y legislativo”.

Debido al COVID-19, han sido muchas las medidas invasivas implementadas con un alto impacto en nuestra sociedad. La incertidumbre de la propia enfermedad y de su contagio, ha ocasionado un cambio en nuestra vida diaria, ya que hemos tenido que evitar aglomeraciones, llevar mascarilla, no poder reunirnos con nuestros familiares y amigos o tener que atender a la higiene como medida preventiva del contagio.

Aunque a día de hoy, después de dos años del comienzo de la pandemia, parece que veamos la luz al final del túnel porque han desaparecido (al menos por ahora) prácticamente todas las medidas restrictivas y han vuelto numerosos eventos y actividades sociales, es evidente que el COVID-19 ha dejado un alto impacto psicológico, siendo fundamental en este sentido el cuidado de nuestra salud mental.

Beatriz Béjar Fernández
Beatriz Béjar
Consecuencias en el ámbito laboral

Debido a la situación que generó la pandemia, las empresas tuvieron que tomar diferentes medidas que llevaron a una serie de consecuencias en el ámbito laboral, lo que ha generado muchísima incertidumbre, tensión y malestar entre trabajadores y empresas; siendo muy complicado de gestionar desde el principio por ambas partes, ya que son muchos los empleados que han perdido su empleo debido a esta situación y también son muchas las empresas que no han podido seguir adelante debido a las consecuencias del COVID-19.

Los conocidos como ERTE (expedientes de regulación de empleo temporales), se implantaron desde el inicio, y en algunas empresas que tuvieron que suspender de forma temporal la totalidad o parte de su actividad, llevando esta medida a la suspensión de los contratos de trabajo o la reducción temporal de las jornadas de las personas que trabajaban en la empresa.

Esta medida ha ocasionado mucha incertidumbre y frustración en los trabajadores, debido a las numerosas olas y rebrotes que ocasionaron cambios de medidas de forma continua. Esto sumado a la incertidumbre de si en ese momento se prorrogaría el ERTE o no y las consecuencias que ello conllevaría.

Por otro lado, otro cambio que se ha producido debido a la pandemia es la implementación del teletrabajo en algunas empresas, esto ha tenido sus ventajas e inconvenientes. Entre las ventajas del teletrabajo se encuentra la flexibilidad horaria (si la hay), la reducción de costes para la empresa o la mayor productividad.

Sin embargo, también tiene una serie de desventajas, ya que por parte del empleado, en numerosas ocasiones, se corre el riesgo de no desconectar, llegando incluso a trabajar más horas de las que se corresponden, además de aumentar el sedentarismo y la reducción de las relaciones interpersonales.

Estrategias de afrontamiento en el ámbito laboral

Muchos de los perjudicados a causa de esta situación devastadora han recurrido a buscar medidas que les ayude a sobrellevar y solventar esa adaptación a la nueva vida laboral. Algunas de las estrategias más comunes utilizadas por los empleados se enfocan en reducir el estrés a través de canalizar esta emoción o en enfrentarse con el problema.

Las técnicas de afrontamiento en su mayor medida se aplican de forma individual debido a que cada trabajador tiene una complejidad diferente aunque no se descarta que se realicen de forma colectiva. Uno de los objetivos para que estas técnicas consigan el efecto esperado es indagar sobre cuál es exactamente la problemática de cada trabajador.

Técnicas como el mindfulness, una práctica que consiste en focalizar toda la atención en el momento presente, consigue reducir los niveles de estrés centrándose en lo que sucede a nuestro alrededor. Esta práctica comenzó a utilizarse de forma más recurrente debido a los resultados positivos que se obtienen de ella, muchas empresas proponen a sus empleados programas de reducción del estrés basado en la práctica del mindfulness.

Algunas empresas optan directamente por utilizar estrategias de afrontamiento utilizando métodos como la confrontación o planificando formas de encontrar soluciones al problema. Sin embargo, esta táctica no se recomienda, especialmente después de la pandemia porque muchas veces se proponen soluciones unilaterales no benefician a todos los miembros de un equipo.

El COVID-19 ha reducido drásticamente la vida social, es por ello que una de las mejores estrategias para reducir el estrés en el ámbito laboral es buscar apoyo social. Es una táctica que ayuda a dirigir las emociones a través del apoyo emocional que se encuentra gracias a la compresión y empatía que se haya en los miembros de un grupo social.

Recursos para las empresas frente al COVID-19

Durante la pandemia las empresas han sido una de las grandes afectadas, es por ello que han tenido que reinventarse y adaptarse a la nueva situación. Proporcionar un ambiente adecuado y seguro a los trabajadores ha sido uno de los mayores objetivos para ello se han tomado medidas que requieren cambios en la política de las empresas.

Tras el impacto económico que ha surgido en el ámbito empresarial, muchos sectores han adoptado medidas tales como garantizar la seguridad de los trabajadores, crear un protocolo de seguridad ante cualquier emergencia sanitaria, evaluar los riesgos de cada puesto laboral en el que se encuentran los empleados, fomentar el bienestar físico y psicológico de los trabajadores, establecer un plan de búsqueda de soluciones ante cualquier riesgo o incluso crear un protocolo de actuación en la gestión de la empresa.

La tarea de proporcionar un espacio seguro para los trabajadores crea un nivel de estrés y ansiedad a los encargados de realizar esta gestión. Por eso es fundamental que los empresarios aprendan a desempeñar un papel adecuado mediante la organización, la responsabilidad y la buena toma de decisiones.

Los distintos elementos que ahora componen una empresa suponen un gran desafío. Sin embargo existen varios recursos que ayudarán a implementar un buen ambiente laboral. Estos recursos son: implementar un servicio de atención psicológica tanto para trabajadores como para altos cargos, e implantar un sistema que ayude a coordinar todas las tareas a realizar cumpliendo siempre las medidas que garanticen la salud física y mental de todos los miembros de la empresa.

Trabajo y fomento de la motivación en el ámbito laboral

Por último, procurar que los empleados estén motivados y felices en su puesto laboral es una tarea difícil pero que trae muchos beneficios para las organizaciones y sus equipos. Por ello, vale la pena trabajar en ella. La motivación es lo que impulsa a las personas a realizar acciones, por lo tanto es un aspecto muy relevante en el puesto laboral ya que es lo que nos indica que el trabajo se va a realizar de forma correcta o que, por lo menos, la acción se va a realizar con empeño.

Actualmente, el nivel de satisfacción en el ámbito laboral suele ser bastante bajo debido a que muchos de los trabajadores no se encuentran del todo felices en sus puestos laborales. No obstante, con estrategias de motivación esto puede mejorar. Un espacio de trabajo que reluzca por tener un ambiente de armonía y darle autonomía a los trabajadores ayudará a estimular a los trabajadores en las empresas.

La clave está en el proceso, es decir, fomentar la motivación

Hay dos tipos de motivación: la intrínseca y la extrínseca. La intrínseca es la que parte de la propia persona. Desde el punto de vista empresarial, esta se puede lograr mediante el cuidado físico y mental de los empleados, con planes de formación y una comunicación clara desde la empresa hacia sus equipos.

Por otro lado, la motivación extrínseca es la que parte del exterior, es decir, es el proceso de motivar al empleado con recompensas que cambian su jornada laboral como un cambio en la reducción del horario laboral, una paga extra o incluso un reconocimiento de mérito de forma pública.

Sin duda todas estas acciones contribuyen a que el estado emocional del trabajador aumente y concluya con un esfuerzo laboral significativo y, en última instancia ayuden a vencer la fatiga y la desmotivación laboral que a tantas organizaciones afecta.


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