Siempre nos hemos preguntado si estudiar serviría para algo. Los años previos a que la burbuja inmobiliaria explotara parecía que era más rentable dejarlo todo y ponerse a trabajar. Sin embargo, esa no es la realidad.
Por tercer año consecutivo la tasa de ocupados de profesionales con formación académica superior ha aumentado para situarse en un 88,4%, la mayor desde 2010, produciéndose este año el mayor incremento interanual de los últimos 10 años, con un aumento de 1,7% entre 2015 y 2016. Eso es lo que refleja el último índice realizado por Randstad, el cual ha tenido en cuenta los datos publicados por el INE, entre 2007 y 2016, correspondientes al 2º trimestre.
Dicho informe refleja que el nivel de estudios alcanzado por el profesional va de la mano a mayores posibilidades de acceder a un empleo. Así, siendo en España la tasa de ocupación de un 80%, los profesionales con estudios primarios tienen una tasa de ocupación del 65,3%; con educación secundaria, 76,3%; y de los formación superior, 88,4%, con un máximo histórico de 7.696.700 ocupados, más de 240.000 trabajadores respecto a 2015.
En lo que respecta al crecimiento de la tasa de ocupados de profesionales con formación académica superior, ha crecido en 15 de las 17 comunidades autónomas. Mientras que en La Rioja y Cantabria la variación ha sido negativa, -0,9% y -0,1%, respectivamente; en Canarias, Castilla-La Mancha y Navarra el aumento ha estado por encima del 2,4%, muy por encima de la media nacional, 1,7%.
Otro de los baremos que ha medido Randstad es el de la variación en función de la edad y del sexo. En este último caso, las mujeres con estudios superiores han experimentado el mayor crecimiento con un 2% (86,9%, en total), frente a 1,4% (90,1%, en total) en los hombres.
En la edad, la proporcionalidad también existe: a más edad, mayor tasa de ocupación. Así, los menores de 25 años se sitúan en el 69,9%; de 25 a 45, en el 87,5%; los mayores de 45, el 91,7%.