El Observatorio Generación & Talento continua su II Ciclo de trabajo sobre Liderazgo Intergeneracional con la Red de Empresas del Mediterráneo, con un nuevo Foro de trabajo que ha tenido lugar en el Centro de Formación CaixaBank en Barcelona.
El objetivo de este Ciclo de trabajo del Observatorio es establecer un criterio solvente de cómo desarrollar líderes que gestionen equipos intergeneracionales adecuadamente, para que sus valores y comportamientos impacten de forma positiva en el talento, compromiso y retención de sus personas y por ende en sus organizaciones. Un asunto que adquiere especial relevancia en el mundo actual, donde las organizaciones son el epicentro de diversas generaciones de trabajadores y ejecutivos: La ‘Generación Tradicionalista’, los ‘Baby Boomers’, la ‘Generación X’, la ‘Generación Y’ y la ‘Generación Z’.
En la jornada, han participado también Clara Boada, directora de Cultura, Igualdad y Diversidad de CaixaBank, y Rocio Moldes y Fátima Gómez, profesoras de la Universidad Europea de Madrid, quienes han compartido algunas conclusiones del estudio Liderazgo Intergeneracional. La Universidad Europea es el socio académico del Observatorio Generación & Talento en este estudio.
Los puntos fuertes de cada generación
Según las reflexiones compartidas, la generación de los tradicionales son muy buenos jefes, con una visión estratégica muy importante; los Baby Boomers son gente muy potente, saben gestionar muy bien equipos, desarrollar el talento y definir objetivos. La Generación X marca un punto de inflexión, pasando de unos estilos más jerárquicos, a unos mucho más orientados a la persona; los Millennials están trayendo a su liderazgo grandes cambios, están definiendo mucho más claramente una dirección por objetivos, definiendo mucho mejor los retos, ejercen una comunicación muy eficaz y demandan la autogestión y la autonomía, definiendo modelos tanto de flexibilidad espacial como temporal.
Puntos débiles
En cuanto a los puntos débiles, los tradicionales tienen un estilo de liderazgo vertical y una cultura del presentismo, tienen que incentivar más la conciliación y flojean en la comunicación eficaz”; los dos puntos negros de los Baby Boomers son promover el disfrute del trabajo y formarse en la sensibilización de las buenas prácticas; la Generación X está estresada, sus puntos débiles son intentar hacer llegar al equipo ese rol de equipo, saber trasladarles el proyecto y saber gestionar los conflictos”; y la Generación Y es impulsiva y está centrada en resultados a corto plazo.
El líder ideal: comunicativo, cercano y colaborativo
Existe un acuerdo entre los empleados de las diferentes generaciones en caracterizar al líder ideal como una persona comunicativa, cercana, colaborativa, responsable, flexible e integradora, resaltando además aquellas cualidades de carácter más “emocional”, tales como humano, inspirador, cercano.
En definitiva, se trata de un liderazgo que apoye a los equipos a enfrentarse a las grandes transformaciones y constantes cambios que están experimentando las empresas hoy para potenciar su competitividad y sostenibilidad.
En definitiva, el modelo de liderazgo colectivo basado en la colaboración, la comunicación eficaz y el compromiso resulta clave para la definición de un liderazgo intergeneracional adaptado a la realidad que los managers del siglo XXI deben tener, desarrollar y poner en práctica.