Que el poder de las marcas está en sus clientes ya pocos lo dudan. Tras las turbulencias vividas vienen las lecciones aprendidas y ahora la identidad y la reputación corporativa se han configurado como activos y recursos clave para conseguir generar diferenciación a largo plazo, fortalecer las relaciones con los stakeholders clave, recuperar la confianza y conseguir mejores resultados tanto a corto como a largo plazo.
“Estamos ante un cambio de paradigma donde los intangibles clave (la marca y la reputación de las organizaciones) son los drivers que ayudarán a las organizaciones a navegar en el nuevo contexto económico social que hemos venido a llamar «la economía de los intangibles»”. A juicio de Ángel Alloza, CEO de Corporate Excellence – Centre for Reputation Leadership, la marca, la identidad y la reputación corporativa se han configurado como activos y recursos clave para conseguir generar diferenciación a largo plazo, fortalecer las relaciones con los stakeholders clave, recuperar la confianza y conseguir mejores resultados tanto a corto como a largo plazo.
Este experto en reputación corporativa ha participado en una de las sesiones del Foro Mundial de la Comunicación en la que se han abordado algunos de los temas más importantes relacionados con la gestión de los intangibles clave. En su ponencia ha recordado que los intangibles suponen más del 80% del valor total de las compañías y que ello es suficiente justificación para dar un golpe de timón a los estilos de liderazgo predominantes en las organizaciones. CEOs comprometidos con los recursos y activos intangibles, que provoquen la transversalidad de su gestión y que apuesten por estrategias a largo plazo es el único liderazgo capaz de construir marcas sólidas.