Liberto Pereda, CEO de The Leadership Circle Iberia, ha participado como ponente invitado en el quinto desayuno «cum laude» organizado por Asociación Centro de Dirección de Recursos Humanos. Convencido declarado del liderazgo como un proceso de crecimiento personal para cuya transformación necesita transitar de un contexto de miedo a un “contexto de amor” que favorezca que las personas hagan lo que les apasiona. Y para ello aporta tres recetas: confianza, libertad y responsabilidad.
El panorama actual describe la convivencia de dos tipos de organización: “la roja” (el lobo alfa que manda en la manada y al que todos obedecen) y la “turquesa” (seres vivos que de forma dinámica se va adaptando a los cambios), y la cultura y sus estilos de liderazgo son absolutamente diferentes en cada una de ellas. El líder de la roja, por ejemplo, es egocéntrico, mientras que en una “turquesa” el liderazgo se extiende a toda la organización. “A los líderes de una organización turquesa no les mueve el resultado sino el propósito”. No es que un tipo sea mejor que otro «pero si las empresas quieren adaptarse al ecosistema que les ha tocado vivir, sus formas de organizarse y la consciencia de sus líderes deben evolucionar hacia un estadio superior. Si las personas no son capaces de hacer evolucionar su sistema operativo, no podrán responder a los retos y complejidad del entorno actual”. Y todo ello porque “el 40% del desempeño del negocio depende de la efectividad del liderazgo”, asegura.
Recomienda a las organizaciones crear culturas con feedback instantáneo “para saber si lo que he hecho me ha ayudado a cambiar, aprender y mejorar”, e invita a cambiar de mentalidad. “No se puede cambiar a nadie; sólo nos podemos cambiar a nosotros mismos. “¿Por qué no empezamos desde RRHH a dar ejemplo avanzando hacia una mentalidad turquesa? Si no cambiamos nuestra forma de pensar individual y colectiva, no podremos responder a la nueva realidad”. “Es el momento de permitir que nuestro liderazgo crezca desde dentro”.