Despedir a un empleado nunca es plato de buen gusto, ni para el que comunica el despido y menos para el trabajador quien, además de ser despedido, puede molestarse por el contenido de la carta de despido disciplinario. Este malestar puede llegar a materializarse en una denuncia por presunta vulneración de derecho al honor (injurias y/o calumnias).
Además del contenido, algunas empresas pueden llegar a comunicar a su plantilla el despido del empleado, no solo difundiendo el despido en sí sino también las razones del mismo, no solo para informar de dicha baja sino también ejemplarizante.
Las imputaciones recogidas en la carta de despido, siempre que no recojan términos vejatorios, insultantes u ofensivos no vulneran el derecho al honor del trabajador.
Conoce más al respecto en la revista impresa de Observatorio de Recursos Humanos en el artículo escrito por Tomás Gómez Álvarez, abogado asociado de Abdón Pedrajas & Molero.