Hay personas que son como ciertos envoltorios de plástico. Parece que los han hecho para resistir el espacio exterior. Por Dios. ¡Pero si es un pastelito de la Pantera Rosa! Deben probar su estanqueidad en la Fosa de las Marianas. Tiras, estiras, muerdes. No hay ni forma ni manera. Pierdes la compostura. Este chisme no va a poder conmigo. Grado de protección IP99. «No debe entrar ningún extraño que pueda traer consigo un atisbo de emocionalidad en los próximos 25 años». Compuertas cerradas. Ni en las condiciones más agresivas. La saliva del monstruo de la película Alien es cera para dar brillo.
En función de lo que hemos vivido, reaccionamos. Todos tenemos nuestras protecciones, nuestras corazas. Si bajas el puente y entran las hordas… Si relajas la guardia y te caen una serie de directos… El dolor no gusta. Y superada esa situación, la vida te pone delante de otra. Y la duda nos asalta. ¿Vivo y siento con el riesgo de volver a sufrir? ¿Me parapeto y protejo y espero a que insistan? ¿Abro y cierro las puertas intentando despistar(me/te)? El refrán castellano dice que gato escaldado del agua fría huye. Otros preferimos experimentar realmente con las sensaciones y emociones.
Feliz fin de semana a todas, todos.
Francisco J. Fernández Ferreras