He tenido un par de amigos lesionados. Ya están saliendo del dique seco y volviendo al deporte. Ambos en la zona alta del fémur. En un caso, por unas micro roturas en la inserción de los abductores. Sí, en la ingle. Este diagnóstico es después de varias idas y venidas. Que si el peptíneo, que si el piriforme, que si el psoas,… Todos empiezan por pe. Coincidencia anatómica inguinal sobrevenida. Y cuando dan con ello, con esos dedos con ojos en las yemas, respiras. Hay que eliminar la fibrosis. Flexibilizar los tendones. La curación da paso a nuevos pinchazos, a nuevas punzadas. ¿Y eso? Porque el cuerpo, que es muy listo, se adaptó. Para evitar el dolor. Y los movimientos no eran los naturales. ¡Ay! Los músculos reaprenden. Duele volver a lo habitual.
Una defectuosa utilización o pérdida de alguna de nuestras capacidades puede llegar a inhabilitarnos parcialmente. Por esconderlo. Por defendernos. Incluso puede que nos acabemos acostumbrando. Pero no somos realmente nosotros. Tenemos que buscar cómo arreglarlo, cómo conseguirlo. Aunque cueste ponerlo en marcha de nuevo. Cuesta aprender. Y cuesta desaprender. Casi mejor si no hago nada. Posible diagnóstico futuro: artrosis emocional. Y eso, duele más.
Feliz fin de semana a todas, todos.
Francisco J. Fernández Ferreras.