Mi mejor amigo ha comenzado a «hacer voluntariado». Hacer voluntariado. Curioso palabro. En contraposición con «hacer obligatoriado», digo yo. Que, para algunos, debe ser el resto de la vida. Yo conozco gente para la que ayudar a otros es obligatorio. Y otras para la que es voluntario ir a trabajar. O hablar con esa o con ese. Obligatorio vs. Voluntario. No está mal plantearse qué hacemos porque son lentejas. Hago esto que me gusta pero me dedico a esto otro que no. Sigo con esta relación para mantener el nivel económico pero estoy en otra. Voy a pasar estos días con esta gente/familia pero tengo la cabeza a 3.000 kilómetros. ¿Obligatorio? ¿Voluntario? Ahora me ves, ahora no me ves.
Me comenta que hace compañía a personas sin techo. Está para ellas y ellos. Unas horas a la semana. A veces, en el aula de ordenadores. Y que le sorprende que determinados pensamientos le vengan a la cabeza. Vaya, si utilizan un libro electrónico. ¿Y por qué no? Y están en Facebook. ¡Ah!, ¿pensabas que eso sólo era para un determinado tipo de gente? ¿Qué tipo de gente? ¿Personas como tus hijos, o tus amigos, o tus compañeros de supermásterdeluniverso? Sonrío y asiento con la cabeza. Siempre he pensado que no hace falta irse al Sudán, que también, para aterrizar. Tenemos muuuucha suerte. Sí, también hemos estado a las más duras. Hemos caído y nos hemos levantado. Y el tiempo y la sangre son cosas que son gratis de dar e impagables para los que lo necesitan.
Feliz fin de semana a todas, todos.
Francisco J. Fernández Ferreras.