Sin duda 2020 ha sido la representación más dramática del acrónimo VICA (volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad) en la memoria reciente. Nuestras vidas -dentro y fuera del trabajo- han evolucionado de diversas formas debido a la pandemia. Algunos de nosotros nos recluimos en casa y aún seguimos en ella, otros buscaron la forma de reinventarse ante la incertidumbre y muchos otros experimentaron pérdidas de empleo y/o reducciones salariales. No es de extrañar que estos y otros factores hayan tenido un impacto significativo en el compromiso de los empleados.
Para leer en su totalidad este artículo escrito por Jorge Jiménez Urízar, director de Experiencia y Desarrollo Directivo en Kincentric, haga clic en el botón.