La sostenibilidad es perdurabilidad, es eficiencia y es responsabilidad. Implica en sí misma un ejercicio de compromiso colectivo necesario para poderse materializar porque, al igual que la libertad, la sostenibilidad también tiene sus límites: donde acaba la mía empieza la de los demás. Las organizaciones saludables aúnan la voluntad de construir empresas con futuro porque velan por el presente de todos sus stakeholders, y lo hacen desde un propósito de contribución equilibrada a todos ellos.
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