Capital Humano no es el número de personas que tiene una compañía sino “la mente de algunas de ellas que consigue ser productiva para la organización”. Con estas palabras se ha manifestado Natalia Camacho, consultora de People Excellence en Colombia, durante la celebración de la jornada “La transformación un valor de siempre, una novedad de hoy”.
Natalia también ha afirmado que conseguir Capital Humano no es fácil: “Gente que trabaje en tareas básicas sí puede haber muchas más, pero gente que con sus ideas produzca riqueza, hay menos”. Por ello es insuficiente basar la retención y el desarrollo del talento en la compensación. “Para las tareas del siglo XIX el mecanismo de premios y castigos funcionaba, pero para las del siglo XXI, se queda insuficiente e incluso puede perjudicar”.
La consultora ha propuesto la motivación intrínseca como sustituta del “viejo mecanismo de la zanahoria y el castigo”, consiguiendo que las cosas se hagan porque realmente nos gusten, nos importen y nos parezcan interesantes. Ese tipo de motivación es “la misma que viene desde el interior de las personas, esas ligadas al reconocimiento, al avance y el crecimiento”. A partir de aquí propone un nuevo enfoque para desarrollar políticas de compensaciones y gestión de talento basado en tres ejes:
– Autogestión, la capacidad de tomar decisiones según un criterio propio;
– Maestría, el deseo de ampliar y desarrollar conocimientos y mejorar en algo que nos importa,
– y Propósito Aspiracional, la intención de realizar lo que hacemos con un sentido más amplio y al servicio de algo más grande que nosotros mismos.
“En todos los casos -concluyó-, la productividad aumenta, el compromiso sube, la satisfacción sube y la rotación baja”.