La desconexión es el nuevo lujo. La inmersión precipitada en el trabajo en remoto está revelando las carencias de un modelo que no es tal porque le falta estructura, procesos y entorno adecuados. La sensación de “vivir permanentemente trabajando” nos agota y la hiper conexión daña seriamente nuestra salud y la de nuestras empresas. La dimensión de la amenaza no se traduce sólo en términos médicos sino también preventivos, éticos y organizativos.
Para leer en su totalidad este artículo de Fernando Toledano, Manager Responsable de Metodología y Análisis de Datos de Stimulus Consultoría, haga clic en el botón.