El 73% de los profesionales considera esencial para su carrera profesional llegar a ser jefe según una encuesta realizada por la consultora de mandos intermedios y directivos Robert Walters a más de 500 profesionales en España.
Aunque prácticamente la totalidad de los profesionales ha pensado alguna vez en serlo, concretamente un 95%, tan solo la mitad espera conseguirlo durante este año. El resto de los encuestados confía en lograrlo en 2 años (26%) seguido de un 16% que opina que lo será en 5 años, y un 5% que no espera serlo nunca.
Con el objetivo de conseguir este puesto de responsabilidad, para un 43% las habilidades de liderazgo son la mejor ayuda para alcanzarlo tras un 28% que se decanta por una progresión profesional positiva. Por otro lado, un 27% considera una buena relación con el jefe o con personas de influencia dentro de la empresa el medio más eficaz para ser promocionado. En contraposición, tan sólo un 2% cree que una carrera universitaria adicional o un postgrado es lo que más le puede beneficiar a la hora de conseguir este objetivo.
En cuanto a los motivos por los cuales desearían disfrutar de un puesto de mayor responsabilidad, un 62% considera la satisfacción profesional como el mayor beneficio de ocupar esta posición mientras que un 27% de los profesionales se inclina por la posibilidad de gestionar un equipo. Curiosamente, la remuneración o beneficios especiales quedan relegados al cuarto y quinto lugar con un 7% y un 3% de las respuestas, respectivamente.
Para un 64% de los profesionales la mayor desventaja de ser jefe es la absoluta disponibilidad que han de tener con la empresa. Por debajo, se sitúan la soledad del puesto (26%), el hecho de tener que lidiar con situaciones problemáticas (17%), la responsabilidad del puesto en el éxito/ fracaso de la empresa (16%) y el papeleo (un 12%).
Una vez en el desempeño del cargo, lo primero que cambiarían los profesionales que aspiran a ser jefes sería el equipo o las funciones de trabajo (36%) seguidos de un 33% que cambiaría la filosofía corporativa. Tras ellos, el 12% cambiarían los proyectos de la compañía, un 6% el horario laboral y por último, los salarios (1.5%).
Un 64% rechaza el puesto debido al complicado equilibrio familiar/laboral seguido de un 21% al que no le compensa económicamente el puesto, y un 16% que reconoce no querer pasar por el trámite de despedir a gente o enfrentarse a situaciones complicadas. Solamente un 9% admite que la razón principal por la que no quiere ostentar el puesto es por no contar con las habilidades/ temperamento necesarios o por no motivarle profesionalmente liderar equipos (5%).