Las mujeres y los jóvenes son los que más están sufriendo esta sobrecualificación, y es que, cuatro de cada diez universitarios no ocupa el puesto de trabajo para el que se formó, pero aun así, el 30% de los encuestados aseguran que buscan un puesto de trabajo más competitivo y por ello quieren reciclarse, ya que, afirman que la formación es necesaria para desarrollar y combinar las habilidades técnicas con las personales.
El año 2018 se ha cerrado con 563.965 nuevos empleos, situando el número de personas afiliadas en más de 19 millones y con un descenso del índice de paro en 210.484 personas. Ante la creciente implantación de las nuevas tecnologías y la digitalización en el campo laboral, la adaptación de las empresas españolas es vital para diseñar el mapa del trabajo del futuro. Con esta situación, el 39% de los españoles mayores de 25 años creen que las organizaciones deben apostar por el talento y ofrecer a sus empleados la formación que está demandando el mercado actual.
Sobre el papel de los directivos y los mandos intermedios en las compañías, el 36% afirma que están perfectamente formados y que son capaces de desempeñar el trabajo para el cual están al mando.
Desde el portal aseguran que se debe poner un mayor énfasis en el apoyo al talento y ofrecer la formación técnica necesaria a los trabajadores para que puedan adaptarse a los cambios que está aconteciendo la transformación digital en la actualidad.