Para estudiar el impacto de la gestión del capital humano en el poder productivo de una organización, Bain & Company, junto a la Unidad de Inteligencia de The Economist, realizó una encuesta a más de 300 ejecutivos de grandes empresas en 12 sectores de la industria en todo el mundo. Encontraron que los mejores gestores del tiempo, el talento y la energía -el cuartil superior de su muestra de investigación- son 40% más productivos que el resto y, en consecuencia, tienen márgenes de beneficio que son entre un 30% y un 50% superiores a la media de la industria. Y esta diferencia se acumula cada año, y tras una década, puede producir 30 veces más que el resto, con el mismo número de empleados.
ABInBev, Netflix, LinkedIn, Ford, Dell, Nordstrom, Starbucks, Pixar, SpaceX, Spotify, IKEA, Airbnb, y Google se encuentran entre las empresas pioneras que han gestionado eficazmente los tres componentes del capital humano:
1. Tiempo: La empresa promedio pierde más del 25% de su poder productivo debido a su “lastre organizativo” -estructuras complejas, procesos burocráticos y las formas de trabajar que generan ineficiencias. En otras palabras, sus empleados pierden más de un día a la semana con reuniones que no deberían haber sido programadas, correos electrónicos que no deberían haber sido enviados y datos que no necesitan ser producidos. Para comenzar a reducirlo, revise el calendario de su equipo, pregúntese cuántas reuniones realmente necesitan tener y cuántos asistentes son realmente esenciales, y luego elimine las interacciones innecesarias.
2. Talento: Contrariamente a la creencia popular, las empresas de alto rendimiento no tienen más talento que sus competidores; son mejores en el despliegue, la formación de equipos, y en la gestión del talento que tienen. En promedio, alrededor del 16% de los empleados de una compañía son de un nivel de calidad A. La mayoría de ellas toman un enfoque “no intencionalmente igualitario” a la hora de distribuir su talento – cada función, independientemente de su importancia, tiene el 16% de su base de talento compuesta por trabajadores de nivel A. Sin embargo, las compañías líderes eligen un enfoque «intencionalmente no igualitario» para distribuir a sus mejores trabajadores, asegurando que el 95% de las personas en puestos críticos son de un nivel A. Además, también forman equipos compuestos por “trabajadores estrella” para abordar iniciativas críticas, produciendo así un «multiplicador de fuerza». Dé un paso inicial: Pregunte cuáles son las iniciativas más críticas para su empresa, departamento o función. ¿Están en ellas los mejores talentos y equipos posibles? Experimente con un equipo de su mejor gente y vea cuánto mejoran los resultados.
3. Energía: Un empleado comprometido es un 44% más productivo que un trabajador satisfecho, y un empleado que se siente inspirado en el trabajo es casi un 125% más productivo que uno satisfecho. Una empresa tendría que contratar a más de dos trabajadores satisfechos para producir tanto como un empleado inspirado. Los trabajadores inspirados dedican más de su energía discrecional a la compañía, a sus clientes y a otros grupos de interés de la misma. Las empresas que inspiran a más empleados obtienen mejores resultados que el resto.