El perfil demográfico de las sociedades desarrolladas está cambiando radicalmente. Las bajas tasas de natalidad conviven con una mayor esperanza de vida y el resultado de la ecuación es un alargamiento de la vida laboral necesario tanto para la sostenibilidad de los modelos de jubilación como de la actividad empresarial. La gestión de la diversidad generacional es una necesidad que es necesario abordar con perspectiva de 360º, que implique aspectos no sólo culturales y competenciales sino también de salud. Así pues, la comunidad preventiva ha de movilizarse para integrar la edad y la diversidad generacional en la gestión de la seguridad y salud en el trabajo. En esta sesión, María Jesús Otero, del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, junto con Fuensanta Palomino y Teresa Moreno Carmona, del Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo de la Comunidad de Madrid, abordarán los distintos trabajos que se están realizando para acompañar a las empresas en este reto.