¿Puede la IA reescribir las ofertas de trabajo para evitar discriminaciones de género?
Al no tener una conexión emocional ni una experiencia que pueda crear un sesgo inconsciente, la inteligencia artificial puede reorientar la redacción de las descripciones de los puestos de trabajo, que actualmente hace que muchas mujeres crean, incluso inconscientemente, que no están cualificadas para el trabajo.
El lenguaje lo condiciona todo. Heidegger lo definía como “la casa del Ser”, y añadía que en su hogar habitamos los seres humanos, por lo que “los que piensan y los que crean con las palabras son los guardianes de este hogar”.
En el contexto de los Recursos Humanos, el lenguaje puede servir a oscuros intereses, a veces de forma inconsciente. Por ejemplo, puede perpetuar discriminaciones como las que aún sufre la mujer. Afortunadamente, los guardianes tenemos en la IA una poderosa herramienta para luchar contra derivas como esa.
En las profesiones dominadas por los hombres, sólo el 16% de las personas que consultan las ofertas de empleo son mujeres. Además, tras consultar, el 52% de los hombres terminan aplicando a la oferta, por sólo el 19% de las mujeres, lo que deja un porcentaje de mujeres candidatas inferior al 7%.
En su informe para Worklife “How AI can rewrite job descriptions to be more gender inclusive”, Cloey Callahan afirma que “las mujeres no solicitan los mismos puestos de trabajo que los hombres, y el lenguaje utilizado en las descripciones desempeña un papel importante”.
Para sostener tal afirmación, acude a la Academia. Los primeros resultados de una nueva investigación de la Universidad de Pittsburgh indican que es probable que haya sutilezas en la elección de palabras en la descripción de los puestos de trabajo que disuaden a las mujeres de solicitar determinados puestos en primer lugar.
Diferencias de género en la búsqueda de empleo según las ocupaciones
Revelación que llega después de un reciente informe de McKinsey según el cual la IA quitará más puestos de trabajo a las mujeres que a los hombres en 2030 y las mujeres tendrán 1,5 veces más probabilidades de cambiar de ocupación.
Los datos de la Universidad de Pittsburgh, elaborados en colaboración con la empresa tecnológica de recursos humanos Phenom, muestran que, en las profesiones dominadas por los hombres, sólo el 16% de las personas que consultan las ofertas de empleo son mujeres. Además, tras consultar, el 52% de los hombres terminan aplicando a la oferta, por sólo el 19% de las mujeres, lo que deja un porcentaje de mujeres candidatas inferior al 7%.
Las mujeres aplican a trabajos a distancia
En abrumador contraste, Datapeople, una empresa de análisis para la contratación de personas, han descubierto que los anuncios de empleo para modalidades de trabajo a distancia recibían de media 4,5 veces más candidaturas femeninas.
Para contextualizar la situación, el análisis de Worklife cita a Amit Bhatia, CEO de Datapeople, que asegura que “cada año vemos cómo aumenta la diferencia entre los puestos presenciales y los remotos. La flexibilidad de estas ofertas atrae a más gente». Para é, las empresas se enfrentan a un problema de contratación de mujeres para distintos puestos, y todo empieza con el anuncio de empleo.
Pero, en general, las mujeres están en desventaja. Tras encuestando a estudiantes universitarios de último curso durante varios años, los investigadores de la Universidad de Pittsburgh han descubierto que, por término medio, las mujeres están dispuestas a renunciar al 7,3% de su salario (frente al 1,1% de los hombres) para tener acuerdos laborales más flexibles.
Cliff Jurkiewicz, vicepresidente de estrategia global de Phenom: «Diría que hay unas cuantas cosas en las que ChatGPT tiene un mayor nivel de precisión, y escribir descripciones de trabajo está en la parte superior de esa lista”.
Entonces, se pregunta Callahan, “¿cómo asegurarse de que todas las candidaturas despiertan interés en función de las aptitudes y no del sexo?” Su respuesta está en la tecnología: “Reescribir las descripciones de los puestos utilizando herramientas lingüísticas de IA podría mejorar la diversidad del conjunto de solicitantes”.
Como punto de partida, acude a la rotunda afirmación de Cliff Jurkiewicz, vicepresidente de estrategia global de Phenom: «La forma en que están redactadas las descripciones de los puestos de trabajo en la actualidad hace que algunas personas crean, incluso inconscientemente, que no están cualificadas para el trabajo. No es su intención, pero las cosas pasan a formar parte de nuestra jerga y las escribimos así. Esa es la razón por la que la IA puede ayudar tanto. No tiene una conexión emocional ni una experiencia que pueda crear un sesgo inconsciente».
Herramientas como Gender Decoder y Textio
Callahan pone el ejemplo de Gender Decoder y Textio como herramientas concretas de IA para garantizar que se utiliza el lenguaje más inclusivo. La primera identifica palabras codificadas en masculino y femenino y ofrece un resumen general de la inclinación del anuncio. La segunda interrumpe los prejuicios en la evaluación del rendimiento y la contratación.
Un estudio académico asegura haber encontrado pruebas empíricas de que las mujeres dicen estar menos interesadas en solicitar un puesto de trabajo descrito con palabras estereotípicamente masculinas, como «competitivo», «fuerza» e «independiente». La elección de palabras y expresiones relativamente sutiles puede sugerir que falta seguridad o flexibilidad en el trabajo, aunque no sea así. Según los investigadores de la Universidad de Pittsburgh, si el lenguaje laboral, y no las condiciones sustantivas de empleo, es la fuente de la brecha de género, es posible poner remedios sencillos.
Pero eso supone, en gran medida, centrarse en la sustitución de palabras. Y ahí la inteligencia artificial se antoja un auténtico filón. Jurkiewicz cree que «hay algunas cosas en las que ChatGPT es muy bueno y tiene un alto nivel de precisión, y escribir descripciones de trabajo es lo primero de la lista. Es bastante bueno en eso. Puedo decirle que coja todas mis descripciones de trabajo y las analiza para encontrar las palabras clave adecuadas, así como el lenguaje inclusivo y el contexto».
Callahan concluye su análisis con una cita de Jurkiewicz: «Creemos que el lenguaje desempeña un papel importante. No se trata solo de cambiar la forma de hacer publicidad para un público concreto. En este caso tenemos que implicar realmente a las mujeres en la investigación para entender si el resultado coincide con el esperado. La IA generativa nos ayudará, pero cómo y hasta qué punto sólo lo pueden decir los seres humanos».