A pesar de que el porcentaje de mujeres en puestos directivos ha aumentado, todavía el 74% de los puestos de dirección lo ocupan hombres, según un informe elaborado por Catalyst, una organización sin ánimo de lucro dedicada a promover el liderazgo femenino. Para entender por qué todavía persiste una brecha importante entre ambos sexos, la consultora Bain & Company y LinkedIn, han encuestado a más de 8.400 hombres y mujeres usuarios de esta red profesional que trabajan para compañías en Estados Unidos y que tienen por lo menos una licenciatura. La encuesta revela que, desde el principio, las mujeres se enfrentan a diferentes experiencias en el trabajo que hacen que su ascenso sea más complicado que el de los hombres.
• El 41% de las mujeres cree que no tiene las mismas oportunidades de ascenso que sus compañeros
• Al 16% de las mujeres se les han cuestionado al menos una vez sus habilidades para tener éxito
• El 20% no se siente motivada por el trabajo que realiza día a día
• El 42% se siente incapaz de manejar el estrés del trabajo sin que tenga algún impacto en otras actividades
• El 38% de las mujeres cree que el volumen y el ritmo de trabajo que se espera que saquen adelante no son razonables.
Además, según los resultados de la encuesta, en la mitad de sus carreras profesionales, sólo el 56% de las mujeres aspira a alcanzar un puesto de liderazgo, en comparación con el 64% de los hombres; y el 57% de las mujeres confía en poder alcanzar esa meta, mientras que en el caso de los hombres se trata de un 66%.
Según Bain y LinkedIn, los directivos de las empresas tienen un papel fundamental a la hora de reforzar las aspiraciones y la confianza de las mujeres. Para ello, tiene que llevar a cabo las siguientes acciones:
• Decir a las mujeres del equipo que pueden alcanzar puestos de liderazgo y demostrarlo con hechos. Las mujeres que se encuentran en la mitad de sus carreras profesionales tienen menos tendencia a verse a sí mismas como profesionales de éxito: según la encuesta, el 41% de las mujeres tienden a cuestionarse si tienen las mismas oportunidades para crecer profesionalmente que otras personas de su mismo nivel y con la misma experiencia. Los directivos deben invertir en coaching a diario y apoyar a las mujeres de alto potencial.
• Dejar claro a las mujeres que no hay un único estereotipo de éxito. Los directivos tienen el deber de concienciar a los equipos sobre los distintos tipos de liderazgo que tienen lugar en las empresas y hablarles de métodos que les ayuden a compaginar el trabajo y las prioridades personales. Es importante hablar con las mujeres sobre cómo pueden aprovechar sus propias fortalezas para convertirse en grandes líderes.
• Dar prioridad a las interacciones diarias antes que a las revisiones periódicas programadas. Para que un trabajador esté motivado necesita una comunicación regular de sus superiores. Esto es especialmente importante para las mujeres que se encuentran en mitad de su carrera profesional, ya que tienen un 20% más de posibilidades de sentirse desmotivadas por su trabajo.
• Apoyar a la persona, no al trabajador. El 42% de las mujeres no es capaz de manejar el estrés del trabajo sin que tenga algún impacto en otras actividades y el 38% cree que el volumen y el ritmo de trabajo que se espera que saquen adelante no son razonables. Es importante que los directivos ayuden a las mujeres a conciliar la vida laboral y familiar.