“Una cosa es un empleado satisfecho y otra comprometido”. Mientras que el primero siente que se cubren sus aspiraciones materiales (de retribución y reconocimiento), el segundo comparte propósito con su organización y es consciente de lo que le aporta. Almudena Rodríguez Tarodo y Nazaret Barriga, consultoras senior de comunicación interna y engagement en Grayling, han tomado esta reflexión como punto de partida para explicar de qué manera todos y cada uno de los procesos de gestión de RRHH son un catalizador del compromiso de las personas. El aprendizaje y el desarrollo de la carrera, la compensación total y, por supuesto, la evaluación del desempeño son buena prueba de ello ya que transmiten objetivos y alineamiento a la vez que provocan cambios.
“El talento siempre va pegado al negocio -afirmaron- y por eso es necesario entender los retos que plantea”. Las expertas recomiendan trabajar el compromiso desde la experiencia de empleado real, no la que nos gustaría que fuera, y hacerlo pulsando de manera recurrente su situación. Reconocimiento, propósito y seguridad en el desarrollo profesional son los tres pilares de una estrategia de engagement que se ha de desarrollar en los 10 pasos que recoge la siguiente infografía.