
Reuniones a deshora, conferencias fuera de la ciudad y una agenda un poco caótica se han convertido en compañeros habituales de la mayor parte de los trabajadores. De hecho, uno de cada cuatro empleados se desplaza fuera de su lugar habitual de trabajo al menos una vez al mes, lo que hace necesario, en muchas ocasiones, que estos profesionales tengan que pernoctar en algún hotel durante su viaje, parar a comer en un restaurante entre cita y cita o recorrer el país en coche manteniendo encuentros laborales.
¿Qué pueden hacer las compañías en estos casos? ¿Cómo se pueden gestionar de forma eficiente los llamados gastos de empresa y desarrollar un adecuado control de costes y tratamiento fiscal?