El despacho Labor10 resume en 8 puntos las implicaciones de la nueva regulación en materia de liquidación directa de cotizaciones a la Seguridad Social. La Ley 24/2014 de 20 de noviembre, que viene a modificar la Ley General de la Seguridad Social, introduce nuevos procedimientos de distinto impacto según el perfil de cada empresa que, a juicio de los expertos de este bufete, tenderá a homogeneizar la interpretación normativa de aplicación al cálculo de las cotizaciones sociales. “El nuevo sistema representará la puesta en marcha de un modelo de comunicación bidireccional, que puede ser muy eficiente en el medio y largo plazo pero que probablemente ocasionará más de un quebradero de cabeza en el corto plazo. Las empresas necesitan regularizar su situación en esta área lo antes posible”, explica Gonzalo Núñez Sarompas, Socio de Labor10.
Hasta ahora era la empresa la que hacía el cálculo de las cotizaciones de cada trabajador. Con el nuevo sistema se invierten los términos y es la Seguridad Social quien se encarga de hacer el cálculo e informar a la empresa.
8 CLAVES PARA IMPLEMENTAR CON ÉXITO LAS NUEVAS LIQUIDACIONES DIRECTAS
1. La información de la Seguridad Social es la que prevalece.Hasta ahora era la empresa la que hacía el cálculo de las cotizaciones de cada trabajador. Con el nuevo sistema se invierten los términos y es la Seguridad Social quien se encarga de hacer el cálculo e informar a la empresa. Por tanto la información relevante ya no será la de las nóminas sino la que tiene la Seguridad Social.
2. Coherencia entre nuestras cotizaciones y las de la Seguridad Social. Cada cambio en las circunstancias de los trabajadores con impacto en los seguros sociales ha de ser comunicado inmediatamente a la Seguridad Social para que unos y otros dispongan exactamente de la misma información. Es la llamada “nivelación”, uno de los factores básicos dentro de la nueva liquidación directa.
3. Adaptación de los software de RRHH al nuevo sistema. Buena parte de las empresas cuentan con algún tipo de herramienta de gestión de los RRHH y de retribución. Dichas aplicaciones han de adaptarse a las nuevas dinámicas exigidas por la Seguridad Social ya que a día de hoy solo 20 de las más de 200 aplicaciones disponibles en el mercado español ya están adaptadas.
4. El procedimiento cambia y se moderniza. La liquidación directa implica una serie de gestiones basadas en el uso intensivo de medios telemáticos, con las que las organizaciones tendrán que familiarizarse. También cambia el procedimiento hacia un nuevo modelo de gestión, que se inicia a instancia de la Administración y que implica un intercambio periódico de archivos entre empresa y Seguridad Social.
5. Plazos de implementación. Según la Ley a lo largo del primer trimestre de 2015 la Seguridad Social iría llamando paulatinamente a las empresas para que arranquen su adaptación al nuevo sistema en el plazo de 3 meses. La realidad es que la Administración no está realizando un llamamiento masivo para que las organizaciones asuman la Ley 24/2014 y que las empresas están contando con más tiempo del previsto para iniciarse en la liquidación directa.
6. Una reforma orientada a reducir errores y a tener un mayor control sobre la recaudación. La unión del nuevo sistema online con la facturación a las empresas cotizantes a cargo de la TGSS va a promover una homogeneización en cuanto a las prácticas de las empresas. La liquidación directa es una herramienta de excepción en la lucha contra el fraude y hacia la seguridad jurídica.
7. Las empresas con mucha rotación y cambios de personal, las grandes afectadas. Esta reforma exigirá un esfuerzo adicional para las organizaciones en las que los cambios de cotización de los trabajadores varíen regularmente. El intercambio de información entre la Administración y la empresa tendrá que ser constante y exigirá en el corto y medio plazo un sobreesfuerzo importante para los departamentos de RRHH.
8. En las pymes demasiada burocracia, en las multinacionales problemas de nivelación. Cada tipo de empresa puede enfrentarse a problemáticas distintas a la hora de implantar la liquidación directa en función de su perfil. Las multinacionales pueden encontrarse con problemas de nivelación o coherencia entre la información de la Seguridad Social y la empresa. La pyme puede encontrarse con que el arranque de la liquidación directa exige una carga burocrática difícil de asumir en su pequeño departamento de nóminas.