«Es la hora de la digitalización. Ser analógico es sinónimo de extinción. Ha llegado el momento de que profesionales y empresas se transformen; y la supervivencia pasa por la transformación digital. Afirmaciones y titulares semi-apocalípticos que cobran fuerza mientras alimentamos la tendencia de que la digitalización es el nuevo mantra del management. En un mundo en el que la tecnología se inyecta en nuestro ADN por momentos, resulta sencillo pensar qué digitalizarse es estar a la última en cuanto a utilización de dispositivos individual y empresarialmente, se trata de convertirse en teky para redimirnos del pecado analógico». Andrés Ortega enumera, en la última entrada de su Blog Sobre Personas y Organizaciones, los 10 mandamientos de la transformación digital.

Según el autor, la digitalización puede entrañar un proceso algo más sofisticado… un proceso de transformación mucho más laborioso de lo que a priori parece y que «tiene lugar a golpe de atributos y comportamientos en los que el uso de la tecnología no es más que una herramienta al servicio de la evolución… y nunca un fin en sí mismo…». Por desgracia, muchas empresas están cayendo en la peligrosa trampa de pensar que transformarse digitalmente consiste en incorporar masivamente la tecnología de vanguardia en su estilo de vida individual y colectivo.
Como explica Andrés Ortega, nuestro mundo ha cambiado y sigue haciéndolo a una velocidad que hace unas décadas nos hubiese costado imaginar. Estos cambios generan una nueva realidad y un nuevo modelo que tendrían como mandamientos la colaboración, transparencia, participación, apertura empresarial, error, adaptabilidad, actualización, conversación, disrupción y originalidad.
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