Diez palabras que enamoran a Jaime Pereira, autor del Blog «El valor de gestionar con valores» y que, según su punto de vista, deberían ser las prioritarias en cualquier directivo, profesional o empleado.
♦ Humanismo. El día que vayas a la oficina con un problema personal y tu jefe lo note en tu ánimo y te pregunte «¿Qué te pasa?». Ese día es posible que descubras algo nuevo en tu empresa y de manera especial en tu superior. Ese día te sentirás más persona.
♦ Resultados. Cuando nos olvidemos de las tareas y nos centremos en los resultados, en ese momento empezaremos a sentir que estamos trabajando de una forma más racional y natural. ¿Por qué aun existen empresas con “cultura presentista”? Si lo importante son los resultados ¿Por qué no se deja a la gente que trabaje cuando considere?
♦ Libertad. Cuando en el trabajo te sientes como en tu casa, en ese momento comienza a producirse un efecto motivador capaz de conseguir los mayores y mejores retos. Pero seguimos con la manía de la planificación excesiva, del control, de las reuniones inútiles, de los correos que nos invaden a diario y que solo sirven para justificar determinadas carencias. Cuando uno se siente libre, multiplica su responsabilidad, compromiso y, por ende, su productividad.
♦ Conversación. Ya no valen las comunicaciones, lo que cuenta son las conversaciones. Esos momentos en que uno necesita hablar y sentirse escuchado.
♦ Simplicidad. Las organizaciones necesitan procesos sencillos, muy sencillos. Piensa que no hay nada más estúpido que hacer brillantemente algo que no sirve para nada. La mejor idea siempre nace de una pequeña chispa. Cualquier gran cambio empieza por algo minúsculo.
♦ Coherencia. En la empresa el mejor programa de formación es el que se trasmite con el ejemplo. ¿Se puede hacer una congelación salarial al tiempo que la alta dirección se va a comer a un “cinco estrellas Michelin”? ¿Cómo es posible establecer un programa de atención al cliente y pedirle que te llame a un 902? Es muy difícil convencer si uno no encarna los valores que propugna.
♦ Maestría. La mejor cualidad de un líder es ser un buen maestro para su equipo ¿Quién ha sido tu maestro? ¿Qué aprendiste de él? Que gran cosa tener maestro… Mucha gente termina su vida laboral sin haberlo encontrado… ¡Qué pena!
♦ Confianza. Solo se puede obtener fidelidad mediante el compromiso y la confianza.
♦ Alegría. Una empresa triste, y hay muchas, es una empresa muerta. La alegría debería ser la condición natural de cualquier ambiente de trabajo. Fomentar el compañerismo, la amistad, las relaciones, los equipos de trabajo colaborativos, la diversión, la ayuda, el consejo, la mentalidad de trabajo útil ¿Para qué sirve mi trabajo?
♦ Ética. Así como hay programas de formación con poco ROI, el de la ética debería ser un curso obligatorio para toda la plantilla, desde el primero hasta el último, y con mucho ROI. Entre las cosas a evaluar, sin duda, la honradez debería ocupar un lugar muy destacado.
Lee el post en el Blog de Jaime Pereira.
