La apuesta por la sostenibilidad de Lidl ha recibido el reconocimiento de AENOR, la entidad líder en certificación en España, que ha otorgado el certificado de “Residuo Cero” a la plataforma logística de Lidl en Alcalá de Henares en un acto que ha contado, entre otros, con la presencia Marisa Poncela, Secretaria de Estado de Comercio y Ferran Figueras, Director General Financiero de Lidl Supermercados.
Este certificado reconoce que el 100% de los residuos que gestiona esta instalación son reciclados para ser utilizados como nuevos recursos o materias primas, logrando así que cero residuos se tiren al vertedero. Entre otras ventajas, el certificado de “Residuo Cero” ayuda a las organizaciones a optimizar procesos y adelantarse a las disposiciones legales.
Gracias a este nuevo reconocimiento y junto con las certificaciones medioambientales de BREEAM y VERDE que se consiguieron el año pasado, la plataforma logística de Lidl en Alcalá -la 10ª de la compañía en España- se convierte en la más sostenible de Lidl en toda Europa y un referente en el sector. La plataforma da servicio a una red de 150 tiendas de la zona centro del país a las que suministra a diario los productos frescos. Gracias al nuevo proceso de “Residuo Cero”, las más de 2.900 toneladas de residuos que se gestionan en la plataforma cada año acaban convirtiéndose en materias primas para un futuro uso.
Gracias a este nuevo reconocimiento y junto con las certificaciones medioambientales de BREEAM y VERDE que se consiguieron el año pasado, la plataforma logística de Lidl en Alcalá -la 10ª de la compañía en España- se convierte en la más sostenible de Lidl en toda Europa y un referente en el sector. La plataforma da servicio a una red de 150 tiendas de la zona centro del país a las que suministra a diario los productos frescos. Gracias al nuevo proceso de “Residuo Cero”, las más de 2.900 toneladas de residuos que se gestionan en la plataforma cada año acaban convirtiéndose en materias primas para un futuro uso.
“Nos sentimos muy orgullosos de ser la primera empresa del sector en recibir el certificado ‘Residuo cero’ de AENOR. Es un ejemplo más de nuestra apuesta por la sostenibilidad en todos los ámbitos de nuestra actividad, desde el medio ambiente a las personas, pasando por ofrecer a nuestros clientes alimentos saludables a base de materias primas sostenibles”, asegura Michaela Reischl, Directora de Responsabilidad Social Corporativa de Lidl España.
Para Manuel Romero, Director de Desarrollo de Negocio de AENOR, “el certificado de Residuo Cero respalda acciones concretas en el ámbito de la economía circular y Lidl es una entidad pionera en la correcta valorización de todos los residuos que genera, incluidos los de alimentación y de bazar, pasando del residuo a un nuevo recurso.”.
El certificado AENOR reconoce la compleja y minuciosa labor que lleva a cabo Lidl en su plataforma logística de Alcalá para lograr que las 2.900 toneladas de residuos que se gestionan al año sean valorizadas y recicladas al 100%. Para ello, la compañía ha puesto en marcha un complejo sistema mediante el que los residuos se separan y clasifican en 22 categorías.
Cerca del 80% del volumen total de residuos se agrupan en 6 de las 22 categorías: cartón (54%), plástico (7%), textil (7%), alimentación seca (5%), madera (2%) y chatarra (2%). El cartón, la madera, el plástico y la chatarra, una vez valorizados, se comercializan para su uso como una nueva materia prima. El textil es transformado en hilos o trapos y la alimentación seca que no es apta para el consumo, en pienso para animales. La correcta gestión de las categorías logra, no solo un proceso sostenible desde el punto de vista de medio ambiente, sino también desde un punto de vista empresarial.
Cerca del 80% del volumen total de residuos se agrupan en 6 de las 22 categorías: cartón (54%), plástico (7%), textil (7%), alimentación seca (5%), madera (2%) y chatarra (2%). El cartón, la madera, el plástico y la chatarra, una vez valorizados, se comercializan para su uso como una nueva materia prima. El textil es transformado en hilos o trapos y la alimentación seca que no es apta para el consumo, en pienso para animales. La correcta gestión de las categorías logra, no solo un proceso sostenible desde el punto de vista de medio ambiente, sino también desde un punto de vista empresarial.