Uno de los dilemas que se presentan a la hora de volver a la rutina es el de comer sano incluso cuando no estamos en casa. De esta forma, muchos españoles recurren al famoso tupper para evitar la tentación de comer en restaurantes y mantener una alimentación adecuada en la oficina.
Sin embargo, preparar el menú de tupper perfecto conlleva una serie de pautas y consejos para no caer en el aburrimiento más gastronómico, o en alimentos nada adecuados para continuar con el resto de la jornada a pleno rendimiento, como son las grasas y los alimentos con un alto contenido en azúcar.
Por este motivo, Kaiku Sin Lactosa comparte las 5 reglas de oro para preparar el tupper perfecto: saludable, sabroso y divertido.
¿Plástico o cristal?
Lo primero a tener en cuenta es escoger el mejor material del tupper. La mejor opción (aunque también la más pesada) es el cristal: mucho más higiénico y fácil de limpiar. Si se opta por el plástico, se debe escoger uno que sea apto para el microondas y sustituirlo al cabo de unos meses de uso continuo.
Lo dicen los estudios
Para planificar un buen menú semanal, nada como decir adiós a la clásica pirámide nutricional, y dar paso a dos nuevas concepciones nutricionales: el ‘Plato de Harvard’1 y la ‘Pirámide Australiana’2. La primera se centra en el plato de comida, el cual se compone en su mitad por vegetales y frutas, un cuarto del plato de cereales integrales y el otro cuarto, de proteínas saludables. La ‘Pirámide Australiana’ tiene como base las frutas, hortalizas y legumbres; en el segundo nivel, los cereales integrales y en el tercer nivel proteínas sanas como los huevos y el pescado.
No te aburras comiendo
Una de las causas del picoteo menos saludable o de los caprichos entre horas es el aburrimiento. Un paladar aburrido (por, por ejemplo, una pechuga de pollo hervida o un brócoli al vapor), provoca una menor sensación de saciedad y nuestro cerebro no disfruta de la comida, lo que aumenta las posibilidades de picotear más adelante. Por ello, para preparar el tupper es importante tener en cuenta que sea visualmente apetecible: jugar con los colores de los alimentos, no temer a las especias y apostar por salsas saludables que aporten más sabor.
La comida de madre, imprescindible
Una de las mejores comidas para llevar en el tupper son los potajes y los purés o cremas. Además de que mejoran su sabor conforme pasan los días, son una buena alternativa para introducir verduras y proteínas vegetales. Además, se les puede dar un giro saludable optando por el clásico potaje pero sustituyendo la carne de cerdo (tocino o morcilla) por patata o arroz, y las cremas con leche o nata sin lactosa: mucho más ligera y fácil de digerir.
Simplifica al máximo
La Ley del Mínimo Esfuerzo aplicada al tupper. Porque comer sano no es complicado, a la hora de preparar el tupper ideal para la oficina, se puede recurrir a las sobras del día anterior. Restos de pollo con aguacate y una salsa de yogur sin lactosa, que pueden ser la base de un burrito; o arroz integral con Las sobras del día anterior (como un pollo hervido o atún desmigado) harán una ensalada fría muy completa, y sin complicaciones.