Inmaculada Cerejido,
Directora Departamento Clínico y Formación de Psya Asistencia.
www.psya.es
Los ETPs son entornos laborales que permiten el cuidado de la salud corporal, intelectual y espiritual de todos los profesionales que trabajan en él. Son el resultado de políticas a corto, medio y largo plazo para que la empresa crezca en rentabilidad, que a su vez, ilusionan a los profesionales comprometiéndoles con el proyecto y con su propio desarrollo profesional y promueven un buen ambiente de trabajo. Por otra parte, implican la materialización de una RSC comprometida con el entorno social externo e interno.
Los ETSp evitan políticas de corto plazo centradas en resolver problemas de manera inmediata descuidando las consecuencias a medio y largo plazo en las personas (clientes, empleados, contexto social, proveedores). Son, por tanto, agentes de cambio social y representan el compromiso que toda empresa tiene con todas las personas que la conforman. Una organización es un entramado de personas capaces de producir un producto/servicio y obtener beneficio para los consumidores, accionistas y trabajadores. Por ello, un entorno de trabajo saludable y productivo debe impactar sobre todos aquellos que de un modo u otro se relacionan con él.
Los ETSp aplican políticas integradas de bienestar que afectan a sus clientes, a sus proveedores y a sus empleados, y se concretan en programa de creación de hábitos saludables, ayuda al bienestar y potenciación del desarrollo y crecimiento de las personas y familias. Pero, ¿qué entendemos por bienestar? El bienestar es el estado que genera el tener cubiertas las necesidades en todas las facetas del ser humano. Crear espacios profesionales capaces de respetar las necesidades corporales, psicológicas y sociales de las personas es un el gran reto para la gestión. Necesitamos crear modelos de gestión que tengan como núcleo operacional la generación de ETSp.
El modelo de gestión empresarial ETPs contempla la actuación en todas las áreas de la compañía, especialmente en los departamentos vinculados con las personas. Las acciones en Recursos Humanos encaminadas a la promoción de la salud son el campo de trabajo para este modelo de gestión, pero debemos hacer un planteamiento amplio. Tomando como referencia la NTP 639 La promoción de la salud en el trabajo del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el trabajo (INSHT), encontramos la definición de la promoción de la salud en el trabajo (PST) como el esfuerzo conjunto de los empresarios, los trabajadores y la sociedad para mejorar la salud y el bienestar de las personas en el lugar de trabajo mediante actividades dirigidas a:
• Mejorar la organización y las condiciones de trabajo.
• Promover la participación activa.
• Fomentar el desarrollo individual.
Las NTP (notas técnicas del Instituto) correspondían hasta hoy al cuerpo de conocimiento del departamento de Prevención, sin embargo la prevención de riesgos laborales es mucho más amplia de lo que se ve; es toda una cultura de gestión, por lo tanto, debe estar integrada en todos las dependencias de la organización e intercambiar herramientas de trabajo con RR.HH. para generar un espacio de trabajo que a día de hoy no existe.
Este espacio nos abre un amplio marco de trabajo en esta área que debe completarse y complementarse con las líneas de trabajo de RSC orientadas al mantenimiento y búsqueda del bienestar de los colaboradores, además de con las líneas emergentes de nuevos modelos de ventas basados en el ganar-ganar. Los clientes no solo quieren un servicio sino también una relación de confianza con la persona y la organización a la que le está comprando. Se necesita una relación de confianza basada en la mutua preocupación por el bienestar del otro. Y también con modelos financieros centrados en la sostenibilidad ética de los negocios, es decir en finanzas basadas en la solidaridad para con todos los implicados en la cadena de producción y consumo.
Apostar por la creación de un ETPs es ser pionero en el cambio empresarial necesario en nuestro momento histórico y económico, y garantizará la viabilidad de las organizaciones a largo plazo. Existen razones éticas para caminar en esta dirección. Razones financieras, pues los entornos saludables han demostrado reducir el absentismo y mejorar la productividad, además de razones legales que comprometen a las organizaciones a tomar determinadas medidas para garantizar el bienestar de sus colaboradores. Así, en la Declaración de Seúl sobre Seguridad y salud en el Trabajo de 2008 se afirma específicamente que un ambiente de trabajo seguro y saludable es un derecho humano fundamental.
Los profesionales que trabajamos en hacer realidad este nuevo enfoque nos sentimos comprometidos con el futuro empresarial y social de nuestro país. Por ello estamos poniendo en marcha iniciativas profesionales y sociales dirigidas al cambio.
