La incoherencia siempre tiene consecuencias. Prejubilaciones, liderazgos egoístas, incentivos reaccionarios… Las tonterías organizacionales y organizadas que quieren revestirse de una toma de decisiones eficaz son un boomerang que deja KO al sentimiento de pertenencia y de ahí a afectar a los resultados hay un paso cada vez más corto. Ciertamente, a las empresas a menudo las matan sus propias tonterías.
Por Xavier Marcet, Presidente de Lead to Change.
Accede