Una cosa es un empleado satisfecho y otra comprometido. Mientras que el primero siente que se cubren sus aspiraciones materiales (de retribución y reconocimiento), el segundo comparte propósito con su organización y es consciente de lo que le aporta. Todos y cada uno de los procesos de gestión de RRHH son un catalizador del compromiso de las personas.
Para leer en su totalidad este artículo de Almudena Rodríguez Tarodo, Senior Advisor en Comunicación Interna y Employer Branding en GRAYLING, y Nazaret Barriga, experta en Employee Engagement, haga clic en el botón.