La multiculturalidad no solamente es positiva para las compañías sino también para el trabajador ya que, según explica, Tamara Menéndez Morena, Talent Acquisition Manager del equipo de Recursos Humanos de Babbel, “ser empleado de una empresa en la que trabajas mano a mano con personas de otras nacionalidades y/o culturas es muy positivo para tu desarrollo personal y laboral ya que adquieres habilidades como la tolerancia, la adaptación o la habilidad para comunicarte de forma efectiva, entre otras”.
Algunas herramientas sencillas, accesibles y efectivas para todos aquellos equipos en los que la multiculturalidad está a la orden del día:
• Gamificación: este es un término que se ha popularizado en los últimos años y que consiste en trasladar la mecánica de los juegos del ámbito del aprendizaje al de los recursos humanos. En el caso de la multiculturalidad puede ser muy útil para que se produzca un intercambio entre los empleados sobre su origen y costumbres. Dentro del abanico de iniciativas que ofrece esta disciplina, se puede desde diseñar un trivial de preguntas sobre el origen de los empleados, instaurar días con las comidas típicas de cada país o cualquier otra alternativa que pueda favorecer el acercamiento entre los trabajadores.
• Inducción: también conocido como proceso de bienvenida del empleado, es donde la nueva incorporación entra en contacto con valores como el sentido de pertenencia o el compromiso con la empresa. Es habitual que la persona que llega nueva a la oficina se encuentre con una nube de información para procesar, que olvidará al cabo de algunas horas, así como dificultades para acercarse al resto de sus compañeros por miedo a interrumpir o entorpecer su trabajo. Sin embargo, cambiar esa impresión cuesta muy poco, es suficiente con unos minutos de atención, que harán que la nueva incorporación regrese a casa con una idea positiva de la compañía y la sensación de haber formado parte de la rutina, sin sentirse en ningún caso diferente.
• E-learning: es sabido que la formación en las empresas proporciona múltiples ventajas a nivel corporativo. Dentro del gran número de posibilidades que existen, se encuentra la opción de practicar un idioma. Si en un ambiente multicultural se presenta una herramienta que lo haga posible, los empleados darán un paso adelante en sus relaciones profesionales con el resto de compañeros. Las diferencias de idioma pueden suponer un motivo de distancia y esta formación puede convertirse en un acercamiento, no solo por el proceso de aprendizaje colectivo, sino por el hecho de comenzar a compartir nociones de una misma lengua.
• Software inclusivo: como parte del “abc” de la integración laboral, se encuentra el compromiso de la compañía por romper con los estereotipos. La diferencia cultural puede dar pie, por desconocimiento, a ideas equivocadas sobre las distintos países y costumbres que llegan a estar representados en una misma plantilla. El primer paso para que esto no suceda es promover las ventajas de ese intercambio y luchar contra los prejuicios. Para ello, existen variedad de herramientas, una de ellas es la de un software inclusivo capaz de detectar palabras estereotipadas para poder reemplazarlas por otras más neutrales con el fin de mostrar un discurso depurado, en el que se aprecie la variedad cultural.