El 95,6% de los estudiantes de FP dual considera que esta formación mejora sus expectativas de encontrar trabajo y están muy satisfechos con ella, pues le otorgan una puntuación de 8 sobre 10. Además, el 89,3% recomendaría este tipo de formación a otros jóvenes.
Esos son algunos de los datos que se obtienen del informe “Valoración de la calidad de la FP dual por parte del alumnado” realizado por la Universidad de Oviedo y la Universitat Autònoma de Barcelona y promovido por la Fundación Bertelsmann y Lidl, con la colaboración de Somos FP dual.
Preguntados acerca de la formación recibida en el centro de cara a desarrollar la estancia en la empresa, y si consideran que la empresa les ha formado adecuadamente para poder trabajar en otras empresas del sector, más del 80% de estudiantes responde afirmativamente. Por tanto, podemos decir que existe adecuación de la formación a las necesidades de los estudiantes.
Cabe destacar como otras conclusiones importantes del informe que los estudiantes conocen la FP dual, generalmente, a través del centro donde se matriculan (61,9%), seguido de internet (13,9%), sus amistades o familiares (12%) y el centro donde cursó ESO o bachillerato (10,9%).
Muy pocos estudiantes, un 0’5%, conocen la existencia de la FP dual a través de actividades organizadas por servicios públicos.
¿Qué lleva a un alumno a decantarse por la FP dual?
Quienes deciden cursar estos estudios lo hacen, principalmente, para aprender a través de la teoría y la práctica (31,6%), seguido de tener experiencia profesional (30,4%), poder ser contratado por la empresa (20,9%), recibir retribución económica (12,3%) y aprender con la última tecnología y/o conocimiento del mercado (3,7%).
Así, las motivaciones vinculadas con el aprendizaje práctico son las más relevantes para los jóvenes, mientras que la motivación económica queda en un lugar muy inferior. Sorprende que la motivación para insertarse laboralmente solo esté presente en una quinta parte del alumnado, aunque este es uno de los principales objetivos de esta modalidad formativa.
El factor que menos les motiva a hacer FP dual es pensar en el esfuerzo que supone (28,1%), seguido de no recibir retribución (22,5%), no ser contratados por la empresa al finalizar (18,6%), desconocer el tipo de empresa donde se formaría (16,3%) y pensar que aprende menos que en la modalidad tradicional (9,7%).
Según el propio estudio, “conviene profundizar en el resultado sobre la retribución económica como motivación, ya que puede parecer contradictorio. Lo que nos muestra es que cuando hay retribución, el estudiante lo valora, pero en menor medida que las posibilidades de aprendizaje que ofrece la práctica. Sin embargo, cuando la FP dual no va acompañada de una retribución, es un factor importante de desmotivación para el joven. Algo similar sucede con la posibilidad de ser contratado por la empresa formadora, que cuando se da, motiva de forma moderada, pero cuando no está presente, desmotiva al estudiante”.
¿Cómo es la vinculación del alumno con la empresa?
La forma de vinculación más habitual es el contrato (44,5%), si bien no llega a la mitad del alumnado. La beca remunerada corresponde a un 29,9% y el 14,2% manifiesta que su vinculación no supone remuneración alguna.
Llama la atención que el 11,4% no sepa qué tipo de vinculación existe entre él y la empresa.
La mayoría de los estudiantes (el 42,5%) recibe una retribución mensual de entre 300 y 600 euros. Tan solo el 14,1% cuenta con una retribución superior a los 600 euros mensuales. Destaca el hecho de que casi el 25% del alumnado no recibe retribución, lo que puede afectar a su motivación y a la implicación de la empresa en la formación.
El 62,5% de los estudiantes se muestra satisfecho con la retribución que recibe, mientras que el 37,3% restante indica no estar satisfecho.
Si se analizan los datos teniendo en cuenta únicamente a aquellos estudiantes que tienen vinculación con contrato, la satisfacción es del 66,8%; mientras que en el caso de aquellas personas que tenían una vinculación mediante beca remunerada, la satisfacción con la retribución es del 56,5%. Por lo tanto, se observa una mayor satisfacción con la remuneración en función de la estabilidad de la vinculación con la empresa, siendo mayor cuanto mejores son las condiciones laborales que esta comporta.
En cuanto a las horas semanales en la empresa, casi el 83% hace menos de 40 horas semanales, aunque la mayoría del alumnado pasa entre 24 y 30 horas semanales en la empresa.
¿Son adecuados los recursos y condiciones que se ofrecen en las empresas?
En el informe también se abordó el nivel de responsabilidad de los estudiantes en la empresa consultándoles sobre si creían que las tareas asignadas respondían o no a su nivel de competencias. Así, el 77,3% de los estudiantes considera que el nivel de responsabilidad de las tareas ha sido adecuado a sus competencias, el 10,4% piensa que ha sido excesivo y el 12,3% cree que ha sido insuficiente.
Además, el 86,1% señala que el nivel de responsabilidad que fue adquiriendo en la empresa fue progresivo. Así, en general, los estudiantes asumen un nivel de responsabilidad adecuado a sus necesidades y va en aumento a medida que van consolidando aprendizajes.
La rotación por distintos departamentos se presenta como un elemento de gran interés para la diversificación de los aprendizajes. En este sentido, el 48,8% de los estudiantes ha rotado por distintos departamentos en la empresa y el 28,9% no lo ha hecho; cabe sumar un 22,7% de estudiantes que no ha tenido posibilidad de rotar, ya que solo había un único departamento en la empresa.
En cuanto a los recursos y materiales de la empresa, estos son considerados adecuados por los estudiantes, puntuándolos de media con un 8,1 sobre 10. Es decir, según los estudiantes, las empresas disponen de recursos y materiales que favorecen su aprendizaje.
Otro dato que han querido analizar es si han tenido lugar conflictos durante las estancias en las empresas y cómo los centros educativos dieron respuesta a las necesidades del alumnado.
Tan solo el 12,6% manifiesta haber tenido algún conflicto en la empresa y de estas personas, el 67,6% considera que el centro los acompañó positivamente en la gestión del conflicto.
Los resultados evidencian que son escasas las situaciones de conflicto en la empresa; si bien un tercio del alumnado que ha experimentado algún conflicto en la empresa siente que los centros educativos podrían haberle acompañado de forma más positiva.
El feedback en la FP dual
Preguntados por la frecuencia con la que han recibido información sobre cómo avanzaba su aprendizaje, el 33,9% de los estudiantes señala que no ha tenido información sobre esta cuestión.
Entre las personas que sí han recibido esta información, la mayoría la ha recibido mensualmente (24,6%), mientras que la frecuencia trimestral, semanal o diaria ronda el 13%. El seguimiento anual supone tan solo el 1,3%.
Así, podemos decir que la frecuencia más habitual es mensual y que resulta llamativo que un tercio de los estudiantes no tenga ninguna información sobre su aprendizaje en la empresa.
Sobre cómo valoran la comunicación entre el centro educativo y la empresa, los resultados reflejan una puntuación media 6,7 sobre 10. Así, desde el punto de vista de los estudiantes, la comunicación entre el centro educativo y la empresa es una cuestión con posibilidades de mejora.
¿Qué sigue después de la FP dual?
El 42,2% del alumnado señala que no seguirá estudiando tras acabar la FP dual. Entre quienes seguirán estudiando (57,7%), el 32,5% opta por cursar otra FP/FP dual y el 25,2% continuará sus estudios con un Grado Universitario.
Estos resultados pueden indicar que esta formación es un incentivo para continuar desarrollando las competencias laborales con otros estudios, lo cual la sitúa como una formación de gran importancia en el impulso hacia nuevos retos académico-laborales.
En cuanto al futuro laboral en la empresa formadora, el 77,9% de los estudiantes señala que quiere seguir en la empresa, mientras el 22,1% señala que no desea continuar en la empresa que les formó.
Los motivos por los que desean seguir en la empresa son: sentirse parte del equipo de trabajo (49%), seguir desarrollándose profesionalmente (28,1%) y tener un contrato y sueldo (20,7%).
Estos datos resultan de especial interés, ya que apuntan que la continuidad en la empresa depende más del clima que se haya establecido en la misma y de las posibilidades de desarrollo profesional que de las propias condiciones laborales, es decir, del contrato y del sueldo.
Por el contrario, para quienes no desean seguir en la empresa, los motivos principales son: que han optado por seguir estudiando (35,6%), que no le gustan las condiciones laborales que le ofrecen (30,5%) o no haberse sentido parte del equipo de trabajo (9,3%).
