El consumo de tabaco no sólo tiene un impacto en la salud de los fumadores y de las personas que lo hacen de manera pasiva. Sus efectos van más allá del ámbito personal y se extienden al ámbito laboral y de la sociedad en su conjunto.
El lugar de trabajo es uno de los espacios donde el consumo de tabaco es más elevado. De hecho, el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones (OEDA) destaca que este hábito en la población trabajadora es superior a la media general.
Sus consecuencias sobre la salud son más que sabidas, pero ¿cuáles son sus efectos en el entorno laboral?
Según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, la productividad crece hasta en un 4,5% entre aquellos trabajadores que deciden dejar de fumar.
José Capote ha desarrollado “El Último Pitillo”, un programa pionero para dejar de fumar que en tan sólo 40 minutos a través de un método científico y sin medicación y que puede aplicarse también al ámbito laboral.
Ventajas de disponer de un programa para dejar de fumar
El experto en tabaquismo asegura que existen cinco beneficios de implementar programas para erradicar el tabaquismo corporativo:
- Mejora la productividad.
Los empleados que padecen esta adicción se ven obligados a realizar interrupciones con frecuencia durante su jornada de trabajo, viéndose afectada la productividad en la empresa. - Reduce las bajas prolongadas.
Está demostrado la relación entre los trastornos en la salud y el tabaquismo. En especial, en aquellas patologías cardiovasculares y respiratorias. El abandono de esta práctica disminuye las posibilidades de padecer tumores relacionados al tabaco. - Refuerza la motivación.
La creación de grupos dentro del entorno laboral que permitan combatir la dependencia al tabaco fomenta el compañerismo y refuerzan a los fumadores en la tarea de abandonar esta práctica. - Favorece el clima laboral.
La concienciación social frente al tabaquismo y el interés en dejar de fumar genera una alta aceptación en los entornos de trabajo. - Invita a adoptar hábitos de vida saludable.
Uno de los factores más importantes en la sociedad actual es la creación de hábitos saludables. La incorporación de programas que favorecen llevar una vida más sana son muy valorados entre los trabajadores.
“La Declaración de Luxemburgo para la Promoción de la Salud en el Lugar de Trabajo plantea que las compañías se están convirtiendo en uno de los espacios más adecuados para promover adoptar hábitos saludables. Desde nuestra experiencia en el abordaje de la adicción, consideramos que es necesario que los departamentos de Recursos Humanos tengan en cuenta la prevención y tratamiento del tabaco como una prioridad. Incluso la incorporación de estas medidas puede repercutir en gran medida en la productividad de la compañía”, explica José Capote.
Los programas para dejar de fumar pueden tener un éxito del 60%
De hecho, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) impulsan programas para trabajar en esta línea. Desde estas organizaciones se anima a que las empresas impulsen medidas para incentivar el abandono del tabaquismo corporativo.
Desde hace unos años, empresas como el Grupo PSA Peugeot Citroën implementan programas enfocados al abandono del tabaco. El método que impulsaron tuvo un 60% de éxito entre sus trabajadores. Como resultado, los empleados valoran de una forma positiva el compromiso por parte de las empresas por su salud y bienestar. Al igual que los profesionales de la salud, que avalan este tipo de medidas dentro de las empresas ya que estos beneficios para la salud son directos y evidentes.