El despertador nos levanta cada día de la misma manera, no hay cambios ni alteraciones. Llega la hora fijada y el pitido salta de manera automática, no depende de nosotros. Pero, lo que sí depende de cada uno es cómo acogemos ese molesto ruido y, sobre todo, cómo empezamos el día. Solo hay dos opciones: con el pie derecho o el izquierdo, de manera positiva o negativa. Tú eliges cómo levantarte de la cama, en tu elección queda que cada día sea diferente y, a poder ser, provechoso.