El salario emocional es un concepto asociado a la retribución de un trabajador en la que se incluyen cuestiones de carácter no económico, cuyo fin es satisfacer las necesidades personales, familiares y profesionales del empleado, mejorando su calidad de vida. Este tipo de retribución puede actuar como «factor motivador» de la plantilla y así afianzar la imagen positiva de la empresa dentro de la misma. No se trata de recibir una mayor cantidad de dinero, sino de recibir prestaciones que el empleado percibe como beneficios más valiosos que una subida de sueldo.