La razón número uno por la que no llegas a tu potencial no es por la falta de conocimiento, sino por motivos que tienen que ver con tu cuerpo, según la consultora McKinsey. ¿Saber inglés me hará ascender? ¿Ser el mejor en habilidades técnicas? ¿Contar con años de experiencia en el sector me hará promocionar a puestos más elevados? Al parecer no todo son conocimientos, la salud también ayuda a tener éxito en el trabajo.
No hace falta ser un atleta olímpico, simplemente aplicar algunos consejos en tu rutina diaria para mejorar tu salud psíquica y física:
- Actívate. Aunque tras un día duro de trabajo lo primero que apetezca a llegar a casa sea tumbarse, no lo hagas. Cambia el sofá por una actividad física ligera como puede ser dar un paseo. A pesar de lo que se cree, la actividad física no agota nuestra energía sino que la genera. No se trata de estar horas corriendo, sino buscar oportunidades de movimiento en nuestro día a día, por ejemplo, subiendo a la oficina por las escaleras y no por el ascensor.
- Recupérate. Dormir es totalmente necesario, tenemos que alternar ciclos de trabajo y momentos de descanso para ser más productivos. El momento de recuperación no significa menos rendimiento sino que se traduce en un mejor desempeño. Por ejemplo, podemos utilizar técnicas de respiración sencillas y breves que permiten relajarse en pocos segundos.
- No te distraigas. La mayoría de las personas multitareas pierden fácilmente el foco en las actividades que están realizando. Mucha información no equivale a verdadero conocimiento, no hay que perder la atención en lo que nos ocupa. La atención se pierde fácilmente y más aún teniendo en nuestra mesa el Smartphone… La recomendación es planificar los periodos de trabajo a lo largo del día, posibles interrupciones, distracciones, reuniones…
- Reposta combustible. Los momentos de la comida no han de pasarse por alto. Cómo, cuándo y el qué comemos no es algo que haya que dejar al azar. Es importante aportar azúcar a nuestro cuerpo y beber agua a lo largo del día.
- Entrena. En cualquier disciplina es necesaria la dedicación. Según MacGregor, el duatleta internacional y colaborador de Universitas, son necesarias al menos 10.000 horas de dedicación para alcanzar el nivel de experto mundial. Como decía Aristóteles, “somos lo que hacemos repetidamente”.