Existe en toda empresa un tipo de información confidencial que debe ser reservada. Todos los empleados tienen la obligación de salvaguardarla por ética profesional. Un estudio de Iron Mountain, en el que se han entrevistado más de 5000 empleados, nos revela que el 16% de los empleados que creyesen ser tratados injustamente no dudarían en arremeter contra la empresa sustrayéndole este tipo de información.
Los datos que más riesgo corren serían en este orden bases de datos de clientes (52%), seguido por presentaciones (37%), planes estratégicos (22%), mapas de ruta de productos o servicios (22%) y propuestas (19%). Todo este material podría caer en las manos equivocadas o ser vendido a la competencia y causar un gran daño a la empresa. Una acción de este tipo conseguiría dañar la ventaja competitiva de la empresa y su reputación. Justo lo que el empleado vengativo pretendía.
El departamento de marketing parece ser el más sensible: un 25% afirma que se vengarían en respuesta a un trato injusto y el 17% afirma que harían lo mismo si les trataran de forma poco amable, seguido muy de cerca con la dirección con un 23% y un 20% respectivamente. Sin embargo, los directivos se llevan información sensible más bien para usarla en el futuro (13%).
Otras razones por las cuales procederían al robo de datos para castigar a su empresa serían:
- El despido, un 21% de los encuestados declaran que lo harían por esta causa.
- Bajo resultado en las evaluaciones, 8, 5% de los empleados
- Quedarse fuera de los ascensos y aumentos de sueldo, un 7% de los casos
“Cuando se trata del comportamiento del empleado frente a la información, hay que tener en cuenta que a veces el corazón puede más que la cabeza, al entrar en juego sentimientos personales relacionados con un descontento que lleva a la gente a querer tomarse la revancha en forma de robo de datos” comenta Ignacio Chico, director general de Iron Mountain España.