La reciente reforma laboral establece que los sistemas de clasificación profesional deben prescindir de las categorías y basarse en grupos profesionales. Son muchas las compañías que aprovechan esta oportunidad para imitar a otras que ya habían avanzado en esta línea: la implantación de grupos profesionales que permitan la movilidad funcional necesaria para ser eficientes y productivos, al tiempo que aseguran la equidad interna y la transparencia que la sustenta.
Los grupos profesionales también permiten adoptar bandas salariales amplias que, englobando a los salarios de los puestos que forman parte del grupo, faciliten diferencias motivadas por desempeño.
Los grupos profesionales agrupan unitariamente las aptitudes profesionales, titulaciones y contenido general de la prestación, y podrán incluir distintas tareas, funciones, especialidades profesionales o responsabilidades asignadas al trabajador. Se trata, por tanto, de un concepto mucho más amplio que el anterior de categoría profesional.
Un adecuado diseño de grupos profesionales y de su correspondiente estructura salarial puede ser una importante palanca para la competitividad a través de la flexibilidad organizativa, puesto que permite la movilidad funcional de las personas entre los puestos reunidos en el mismo grupo, según sean las necesidades estratégicas u operativas de la compañía.
Marcos Sanz, Director de Consultoría de Capital Humano de Mercer España.