Lo creamos o no, casi todos acusamos la “pereza” de la vuelta al trabajo con síntomas a veces tan banales como dar demasiadas vueltas en la cama hasta conciliar el sueño o sentirnos acompañados por un ligero dolor de cabeza tan persistente como el vuelo de un moscardón. La rutina nos hace superarlos en poco tiempo, aunque recurrir a algunas ayuditas externas puede aportarnos reservas extras para afrontar la tensión que acumularemos en el invierno. Terapias como la de las Flores de Bach, la reflexología podal, los cuencos tibetanos o la risoterapia son algunas de las que recomienda Galatea Terapias por sus valores terapéuticos.
En el caso de las Flores de Bach, el médico Edward Bach descubrió el potencial energético de 38 plantas, capaces de hacer frente a estados emocionales como la tristeza, la ansiedad, la depresión, la culpa, la inseguridad, los complejos o los miedos, algo esencial para la vuelta al trabajo.
La reflexología podal consiste en masajear los pies correctamente, encontrando los puntos reflejos para mejorar dolencias que pueden aparecer al volver al trabajo (dolor de espalda, cuello o piernas).
El método de los cuencos tibetanos, a través de sonidos armónicos producidos durante un tiempo, logra reducir el estrés, aumentar la energía corporal y alcanzar una sensación de bienestar físico y mental.
Y la risoterapia es una técnica psicoterapéutica que produce beneficios mentales y emocionales a través de la risa, pues practicarla ayuda a neutralizar los sentimientos negativos.