Excusas disparatadas para no ir a trabajar

Nacho Torres25 octubre 20163min

excusa

Reza un proverbio árabe que “quien quiere hacer algo encuentra un medio; quien no quiere hacer nada encuentra una excusa”. Nunca más lejos de la realidad. Desde pequeños hemos estado inventando pretextos para, por ejemplo, no ir al colegio. Calentar termómetros bajo la lumbre de la bombilla para que subiera la temperatura corporal ; dolores de barriga exacerbados, acompañados de la cara del Gato con Bota de Shrek para compungir a nuestra madre; dolores de muela y un largo etcétera de excusas que nos convertían en los reyes del escapismo colegial.

Hemos ido creciendo y las excusas lo han hecho con nosotros. Las usamos en nuestro día a día y, en ausencia del colegio, tenemos al lugar de trabajo como foco principal de nuestras evasivas. Resfriados exagerados, visitas médicas… todo vale para no acudir o escaquearse unas horas de la oficina.

Es tal la inventiva que CareerBuilder ha realizado un estudio, en el que entrevistó a 3.100 trabajadores a tiempo completo y a 2.500 reclutadores de empresas españolas, para revelar, por ejemplo, que un 35% de los trabajadores encuestado llamó a la oficina con un “simple resfriado”, pero exagerándolo para, así, quedarse en casa.

Según el estudio, la gran mayoría de ese 35% aprovechó el “día libre” para diferentes temas. El 27% de los empleados dice que fue al médico, algo coherente; un 24%, lo aprovechó para tareas administrativas; mientras que un 11%, para asuntos personales.

En el mismo estudio, CareerBuilder pidió a los reclutadores encuestados que contasen las excusas más disparatadas que los empleados habían puesto para no acudir a la oficina o demorar su llegada a la misma.

Las excusas han pasado de fiebres o dolores gastrointestinales a que “el ozono aplana los neumáticos”; “ollas a presión que explotan y asustan a la hermana”, evitando que el empleado pueda salir de su casa; “tener que asistir al funeral de la mascota de la prima de su esposa”, ya que el trabajador era el “padrino” del animal; o “arrestos policiales” porque, por alguna razón, “asaltó su propia casa”.


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