El 69% de los millennials afirma que tuvo que ser más flexible a la hora de buscar trabajo a causa de la recesión económica. Un informe sobre los hábitos y actitudes de los millennial, publicado recientemente por Robert Walters (Atraer y Retener a los profesionales millennial*), ha revelado que el 30% de los profesionales de la Generación Y (nacidos entre los años 1980 y 1999) renunció a funciones de su interés a causa de la menor oferta de oportunidades laborales.
Realizar funciones de interés resultó la tercera condición a la cual renunciaron 1 de cada 3 millennials con el fin de asegurar un puesto de trabajo, tan sólo superada por el salario deseado (54%) y una conciliación de la vida laboral y familiar (38%). Un porcentaje muy similar, un 28%, se vio obligado a dejar de lado las oportunidades de desarrollo profesional y el horario laboral que deseaba para garantizar un empleo. En último lugar, un 24% reconoció haber tenido que trabajar en un sector distinto al deseado. Tan sólo una pequeña minoría, un 14% de los millennials manifestó no haber tenido que renunciar a ninguna condición en estos últimos años para asegurar un puesto de trabajo.
¿QUE PAPEL DESEMPEÑA LA CONCILIACIÓN DE LA VIDA LABORAL Y FAMILIAR EN LOS MILLENIALS?
Para los millennials, la conciliación de la vida laboral y familiar es de menor prioridad (14%) que un puesto de trabajo más gratificante (27%), un mayor salario y/o bonus (23%) y que unas mayores oportunidades de desarrollo profesional (22%) cuando valoran un nuevo empleo. No obstante, esto no significa que los millennials no valoren la conciliación de la vida laboral y familiar. Por el contrario, el 94% de los millennials encuestados consideraron un balance adecuado entre vida laboral-personal como uno de los aspectos más apreciados en un puesto de trabajo.