Si quieres confianza, gánatela
La conducta diaria permite el desarrollo de lazos de confianza con las personas.

Maite Sáenz1 mayo 20175min
La confianza es cada vez más un valor que se encuentra corroído por las situaciones adversas que han sufrido instituciones que antes parecían de hierro.
La conducta diaria permite el desarrollo de lazos de confianza con las personas.

La confianza es cada vez más un valor que se encuentra corroído por las situaciones adversas que han sufrido instituciones que antes parecían de hierro. Financiamiento irregular de la política, malas praxis empresariales y fraudes diversos acechan a empresas y organismos a ambos lados del Atlántico. En Chile, desde donde nos llega esta reflexión, estas situaciones han puesto en jaque al entorno empresarial cuya credibilidad ante la sociedad roza mínimos históricos. Por ello no es de extrañar que directivos como el Presidente de la CPC, Alfredo Moreno, o el Gerente General de Gfk Consumer Experiences, Max Purcell, insistan ahora en trabajar para recobrarla.

No obstante, no sólo son las grandes organizaciones las que deben ostentar este valor, hoy incluso las PYME reconocen a esta virtud como un activo importante dentro de la búsqueda de atributos diferenciadores. La confianza, como clave humanizadora de relaciones, es la llave céntrica que ayuda a no perder de vista a que los clientes y sus necesidades son siempre lo más importante del quehacer empresarial, como así también comentó Purcell en el GfK Day 2017, este mes de abril.

Frente a esto, Isaac Alaluf, Fundador de IAA Consultores, experto en gestión y desarrollo de conocimiento de habilidades blandas en el sector empresarial, comenta que “la confianza debe cuidarse como si fuese el aspecto más valioso en la relación con las personas, puesto que ellos sólo ofrecen lealtad a aquellos en quienes pueden confiar. En la medida que la relación y el intercambio entre las partes sea fluido, frecuente, provechoso y/o significativo, la relación se mantendrá estable, fortalecida, y seguirá creciendo. Todas las relaciones humanas están basadas en la reciprocidad”. Además agrega que “la entrega de un servicio de excelencia a quienes entregan su confianza en la transacción de un bien hoy se hace clave, no sólo para rentabilizar aún más la empresa, sino que también para darle valor a toda una industria”.

Alaluf comparte 5 consejos para hacer crecer y potenciar, de manera efectiva, la confianza a gran y pequeña escala, para así mejorar situaciones de servicio al cliente, ventas e incluso generar un posicionamiento adecuado, real y más humano en la mente y corazón de los consumidores.

1. La comunicación: La sensación de confianza no puede ser adquirida, ni delegada, ni transmitida con títulos profesionales, cargos importantes o etiquetas comerciales. Ésta se genera gradualmente, es decir, debe ganarse, como producto de la comunicación y del contacto cara-a-cara entre las personas.
2. Actos diarios: La conducta diaria permite el desarrollo de lazos de confianza con las personas. A la más mínima señal de inconsistencia en la conducta del otro, la confianza será retirada y suspendida para evitar consecuencias desagradables. La confiabilidad debe ser demostrada permanentemente y debe estar sujeta a verificación diaria.
3. Transparencia: Las expectativas se forman como resultado de un proceso lento y prolongado que permite a las partes recolectar información sobre idoneidad, conocimientos, habilidades y actitudes con las cuales ambas partes se puedan sentir cómodos y satisfechos. La sinceridad es algo que ayuda a acelerar, en cierta medida, este proceso y ayuda a reforzar la confianza.
4. El respeto: Reconocer en el otro la dignidad y considerarla, tomándole la atención justa que necesita, es tal vez el concepto más importante para la generación de confianza, ya que, si no existe esta deferencia, probablemente no exista la relación real que imaginas.
5. Integridad: El ser consistentes entre el discurso y la acción transmite confianza. Este concepto respecto a hacer lo correcto por las razones correctas del modo correcto, va ligado a la identidad de cada persona y, cuando este es coherente, provoca la seguridad necesaria para confiar, como por ejemplo, en el acto de cumplir promesas.


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