Tengo una terraza en casa con algunas macetas, de las grandotas. Un día me comentó mi amiga María que una amiga suya se iba a deshacer de todas las de su ático. Allí me planté. Me gustan las plantas, los árboles y algún servicio le iba a dar. De barro y con sus platos. Y gran variedad de tamaños. Perfecto. Algunas de ellas ya tienen inquilino. De momento trabajo con las que puedo. Y las veo felices. Para mí es una de mis distracciones. La cabeza ocupada con variedad. La semana pasada veo, con gran sorpresa que en un par de ellas donde este invierno había plantado con mi hija unas bellotas y unas castañas, salía algo. Y no era una mala hierba. Donde creía que no iba a salir nada: dos robles y un castaño. La fuerza de la primavera.
Que la naturaleza es sabia, lo llevamos oyendo desde pequeños. Nosotros los somos bastante menos. Los frutos llegan. Dedicación, esfuerzo, cariño. Los objetivos se consiguen. Constancia, organización, creer en ello. Los resultados se obtienen. Celebración, humildad y compartirlos. También decía mi abuela que «el tiempo pone a todo el mundo en su lugar». Y la primavera, acaba por aparecer.
Feliz fin de semana a todas, todos.
Francisco J. Fernández Ferreras