Reciclar ya no resulta un extraño verbo de la primera conjugación y la idea de proteger nuestro entorno no resulta una “extravaganza” de seres radicales que se encadenan a los objetivos a proteger. La preocupación medioambiental es algo que las compañías Top Employers tienen en su top list y están aplicando desde la base. Un gran porcentaje de estas empresas invierten en buenas prácticas respetuosas con el medio ambiente que no sólo sirven para proteger el planeta sino también para conectar con los empleados mejor que otros negocios que únicamente tienen en consideración la cuenta de resultados.
Además, con este tipo de iniciativas las empresas ganan legitimidad ante la sociedad porque satisfacen sus demandas, entre las que cada vez adquieren más protagonismo las prácticas ambientalmente sostenibles. La orientación ecológica, en definitiva, ejerce un efecto positivo sobre la imagen de una empresa.
En nuestro país, la respuesta de las Top Employers a los desafíos ecológicos es de una gran solidez. El 96% de las compañías cuenta con programas e iniciativas de protección ambiental. Un porcentaje que ha aumentado (el año pasado era de un 88%) y que es superior a la media europea (80%) y global (79%). A nivel internacional, compañías como Nestlé o Group Five han explicitado políticas, por ejemplo, para limitar las emisiones de carbono relacionadas con los viajes de trabajo, con la utilización de las video-reuniones y también están invirtiendo en edificios sostenibles diseñados para utilizar menos energía y disminuir la generación de residuos.
En nuestro país, buena parte de las compañías Top Employers participan en las iniciativas internacionales más consolidadas, como por ejemplo el Global Compact de las Naciones Unidas, que exige a las empresas una mayor responsabilidad ambiental, o el Carbon Disclosure Project, que pretende contribuir a la reducción de las emisiones contaminantes a la atmósfera. Respecto a las buenas prácticas concretas, son habituales los programas de voluntariado ambiental, las medidas para reducir la huella de carbono, los cursos sobre cambio climático o la participación en la Hora del Planeta, sin olvidar una de las acciones clásicas en este campo: las jornadas de reforestación.
EJEMPLOS DE BUENAS PRÁCTICAS
Pongamos algunos ejemplos concretos. IKEA cuenta con Personas y Planeta Positivos, una estrategia que ha obtenido resultados muy destacados a nivel nacional y también mundial: más de dos tercios del algodón que consumen proviene de fuentes sostenibles, han instalado 550.000 paneles solares en edificios de IKEA en todo el mundo y el año pasado vendieron 12 millones de bombillas LED. Además, cuentan con formación presencial específica sobre sostenibilidad para el equipo directivo y formación online para todos los empleados.
Leroy Merlin, por su parte, actúa a diversos niveles. Por una parte, ofrece a sus clientes productos para su hogar que contribuyen a generar hábitos saludables y ecológicos. Por otra, trabaja para convertir sus propias tiendas en espacios más respetuosos con el medio ambiente. Sus nuevas tiendas, las “tiendas verdes”, están diseñadas con criterios eco-eficientes, incorporan medidas sostenibles de gestión eficiente de los recursos naturales, como producción de energía fotovoltaica destinada a autoconsumo, climatización eficiente, recuperación de aguas pluviales, iluminación LED, producción de agua caliente sanitaria de origen solar térmica o urinarios secos sin utilización de agua ni productos químicos entre otras muchas iniciativas.
Todo este tipo de políticas son muy importantes para muchos empleados, especialmente los de las generaciones más jóvenes. No hay duda de que muchos de ellos se sienten orgullosos de pertenecer a compañías respetuosas con el medio ambiente y, además, se convierten en embajadores de compañías «verdes» que están marcando la diferencia. ¡Incluso pueden enviar tuits o compartir mensajes de Facebook sobre estos temas!
El resultado final de la aplicación de todas estas medidas no sólo repercute en la imagen de la compañía y, por supuesto, en su cuenta de resultados. Lo verdaderamente clave de las empresas limpias y saludables es que contagian ese espíritu a su gente, tanto dentro como fuera, y aportan verdaderamente su granito hacia un planeta más saludable.
Victoria Alcober, Global Account Manager, Top Employers Institute.
